Tres años han pasado desde que se sometió a un trasplante de riñón. La cantante estadounidense Selena Gomez, segura de sí, decidió a mostrar en sus redes la cicatriz que le dejó la intervención y reflexionó sobre el cuerpo. “No quería que apareciera en las fotos”, escribió.

En septiembre de 2017, la intérprete de Wolves y Back to you reveló que fue su amiga Francisca Raisa quien le donó el órgano, tras sufrir graves complicaciones derivadas del lupus, enfermedad con la que vive desde hace años.

“Me ha dado el regalo y mejor sacrificio al donarme su riñón. Me siento increíblemente afortunada. Te quiero mucho, hermana”, escribió la también actriz y exchica Disney colgando una fotografía de ambas en camas hospitalarias.

Gomez, que actualmente tiene 28 años, quiso romper sus miedos y complejos y, utilizando un elegante bañador azul, se tomó una fotografía para compartirla con sus más de 193 millones de seguidores en Instagram.

En ella se ve la cicatriz de su pierna, producida luego que el trasplante sufriera una complicación y se le rompiera una arteria, por lo que los especialistas debieron extraerle una vena de la pierna para reparar el órgano.

“Cuando me hicieron el trasplante de riñón, recuerdo que al principio fue muy difícil mostrar mi cicatriz. No quería que apareciera en fotos, así que usé cosas que lo cubrirían”, escribió junto a la fotografía.

“Ahora, más que nunca, me siento confiada en quién soy y en lo que pasé… y estoy orgullosa de eso”, añadió.

La imagen corresponde a una colaboración con la marca de trajes de baño La’Mariette, que acaba de publicar una colección. Gomez también tuvo palabras para ellos. “Felicidades por lo que están haciendo por las mujeres (…) (el) mensaje es tan solo eso… que todos los cuerpos son hermosos”, tipeó.