Ocho años han pasado desde que Madonna generó una gran polémica con el gobierno de Rusia, luego que en un concierto en San Petersburgo se mostrara a favor de la comunidad LGBT, pese a las presiones de una ley que castigaba con fuertes multas a cualquier “propaganda de la homosexualidad”.

Pues bien, ya en 2020 la “Reina del Pop” profundizó más este escándalo luego que en redes sociales escribiera, en sentido casi burlesco, que no había pagado la multa de 1 millón de dólares impuesta por Rusia. Todo parece indicar que tampoco tiene deseos de hacerlo.

“Estoy aquí para decir que la comunidad gay y las personas gays tienen los mismos derechos. El mismo derecho a ser tratadas con dignidad, respeto, tolerancia, compasión y amor, aquí y en cualquier otro lugar del mundo”, fueron las palabras que comenzaron la polémica en 2012.

“Defenderé a la comunidad gay y a cualquiera que sea oprimido. Pienso hablar durante mi espectáculo contra esta ridícula atrocidad”, agregó en ese momento.

Hay que señalar que Madonna es catalogada como uno de los primeros íconos de la cultura LGBT en el mundo. Sin ir más mejor, su tema Vogue es considerado un hit dedicado a aquella comunidad.

Por otro lado, también es necesario mencionar que la diva es muy cercana a las integrantes del grupo Pussy Riot, quienes son abiertamente opositoras al gobierno de Vladimir Putin.

Sin ir más lejos, en 2014, la cantante se tatuó el nombre de la mencionada banda durante un concierto organizado por Amnistía Internacional.

“Vivimos en un país libre, pero no debemos dar nuestros derechos por sentados. Hay que luchar”, señaló en ese instante.

Dentro de su país, Madonna ha declarado abiertamente ser contraria al gobierno de Trump; sin ir más lejos en las últimas elecciones dio su apoyo a la candidatura de Hillary Clinton.