Bastante expectación gira en torno al inminente nacimiento del primer hijo de Meghan Markle y el príncipe Harry.

Si bien hubo rumores que indicaban que el bebé de Markle ya había nacido, esto fue desmentido por el Palacio de Buckingham, desde donde afirmaron que el parto no ha ocurrido.

No obstante, lo cierto es que esto debería suceder pronto, pues el anuncio en octubre pasado fue que el bebé nacería en la primavera de 2019.

Incluso, esta demora habría llevado a la pareja a considerar la opción de que los médicos induzcan el parto a la duquesa de Sussex.

Así lo afirman medios ingleses como Daily Mail, el cual sostiene que debido a que un parto normal no debiera prolongarse más allá de las 42 semanas, Meghan podría ser llevada hasta el Hospital Frimley Park de Surrey y así apurar las labores de parto.

Lo anterior, siempre y cuando el bebé no nazca mediante parto natural hasta el día martes 7 de mayo.

Uno de los aspectos que se mencionan en relación al tema es la edad de Markle (37). Clive Spence-Jones, ginecólogo del Whittington Hospital de Londres, indicó al citado medio que un estudio reciente “revela que las mujeres de más de 36 años están en mayor riesgo y se les debe inducir el parto sobre la fecha en la que sale de cuentas”.

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Si el parto es inducido, el experto asegura que debe realizarse en un hospital. “Tras la inducción, hay más posibilidades de que se necesite una intervención médica, por lo que el parto en casa no se recomienda”, explicó.

Meghan y Harry criarán a su bebé en Frogmore Cottage, en los terrenos del castillo de Windsor, a unos 30 km al oeste de Londres. Este edificio histórico del siglo XIX fue objeto de una renovación que costó 3 millones de libras (4 millones de dólares, 3,5 millones de euros).