El matrimonio de la princesa Diana y el príncipe Carlos fue uno de los más escandalosos de la realeza británica, pese a que su boda es recordada como un verdadero cuento de hadas.

Rumores de infidelidades, competitividad, presiones y la constante presencia de Camilla Parker Bowles, el verdadero de amor de Carlos, hicieron que durante más de una década la pareja viviese infeliz y al borde del abismo.

Su matrimonio terminó con un bullado divorcio que no dejó a nadie indiferente y donde el mundo entero se alineó detrás de Diana, la llamada “princesa del pueblo”.

History.com
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La reina Isabel, por supuesto, apoyó a su hijo desde el primer momento e incluso responsabilizó del fracaso de su relación, a la bulimia que la princesa había desarrollado.

“Ella me dijo que creía que esa era la razón por la que nuestro matrimonio había ido cuesta abajo, porque Carlos tenía dificultades con la bulimia de Diana. Eso hizo que me diera cuenta de que todos veían aquello como un problema del matrimonio y no como una consecuencia del matrimonio”, recordó Lady Di en una entrevista con uno de sus profesores de dicción, grabación que luego fue convertida en el documental Diana: en sus propias palabras.

En tanto, el príncipe Felipe, quien según se decía no tenía una buena relación con la princesa, terminó siendo quien más la defendió.

Según el mayordomo y amigo de Diana, Paul Burrell, nuera y suegro intercambiaron varias cartas mientras se determinaba el divorcio de la pareja. En ellas el esposo de la Reina le brindaba su apoyo a Lady Di por sobre su propio hijo.

En 2003 Burrel filtró las misivas al diario inglés The Sun, pese a los intentos de Felipe de bloquear su publicación.

Kensington Palace
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Entre otras cosas, el duque de Edimburgo escribió que “no puedo imaginar a nadie en su sano juicio dejándote para estar con Camilla”.

Además agregó que “para un hombre en su posición, Carlos fue tonto al arriesgarlo todo con Camilla. Nunca soñamos que podría dejarte por ella. Tal perspectiva nunca entró en nuestras cabezas”.

Recordemos que en 1994, Carlos reconoció públicamente su amorío con la actual duquesa de Cornell, quien en ese tiempo seguía casada con el padre de sus hijos, Andrew Parker Bowles.

Agence France-Presse
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La humillación de Carlos

La separación de Carlos y Diana se confirmó en 1992, pero su divorcio estuvo listo recién en 1996, un año antes que la princesa muriera en un trágico accidente.

Y es que la negociación no fue nada fácil, ya que además del dinero, también debían negociar el título real que tendría Lady Di.

Como madre del futuro Rey de Inglaterra, Diana quería mantener el título de “Su alteza real” (“Her Royal Highness”), incluso la reina Isabel había aceptado esa condición, pero Carlos fue inflexible en este tema y se negó, según aseguró el diario New York Times.

Que la princesa perdiera su título, significaba que ya no pertenecía a la familia real, por lo que ya no sólo tendría hacer una reverencia a la Reina, sino que también a Carlos e incluso a sus propios hijos.

Agence France-Presse
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Felipe, en tanto, se ofreció para mediar en la resquebrajada relación de la pareja. “Solo puedo repetir lo que he dicho antes, si me invitan, siempre haré todo lo posible para ayudarte a ti y a Carlos en lo que pueda. Pero debo admitir que no tengo talento como consejero matrimonial”, agregó.

No obstante, también cuestionó las decisiones de ambas partes. “No aprobamos que ninguno de ustedes tenga amantes”, aseguró en referencia a los constantes rumores que surgieron en torno a Lady Di con diferentes hombres.

No contento con eso, también intentó responsabilizar a Lady Di por la infidelidad de su marido. “¿Puedes honestamente mirar dentro de tu corazón y decir que la relación de Carlos con Camilla no tuvo nada que ver con tu comportamiento hacia él en tu matrimonio?”, escribió.

Felipe finalizó la carta con un cariñoso: “Con mucho cariño, Pa (de papá)”.

FemaleFirst
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Sin embargo, al parecer Diana no se tomó a mal sus palabras, al contrario. Según se pudo ver en una carta de la princesa, estaba realmente agradecida por los dichos de su suegro.

“Querido Pa, estoy particularmente conmovida por tu última carta, la que me prueba que de verdad le preocupa”, escribió.

“Es muy modesto sobre su habilidad de guía matrimonial, y estoy en desacuerdo. Su última carta me muestra un gran entendimiento y tacto, y espero poder seguir sus consejos en los que meses que vienen, en lo que sea que pueda pasar”, añadió.

El príncipe, en tanto, también replicó a dicha misiva. “Gracias por tomarte el tiempo de responder mi carta. Espero que podamos continuar haciendo uso de esta forma de comunicación, ya que parece que no habrán muchas otras formas de intercambiar puntos de vista”, sentenció brevemente.

The Sun
The Sun

Recordemos que Felipe tuvo siempre una compleja relación con el príncipe Carlos, a quien desde niño consideraba que era demasiado sensible y que no tenía lo que se necesitaba para convertirse en rey.

De hecho, el portal USA Today aseguró que el duque envió una carta a Carlos en 1981, para apresurarlo a comprometerse con Diana o que simplemente terminara la relación.

Pese a que un amigo del príncipe aseguró que dicha misiva era más constructiva que un ultimátum, al parecer, Carlos habría considerado aquello como una orden, que terminó por acatar.