Desde que anunció su compromiso con el príncipe Harry de Inglaterra y luego contrajo matrimonio con él, la actriz Meghan Markle ha estado en el centro de la atención mediática y también de los expertos en protocolo que suelen encontrarle errores.
Bueno y tampoco es raro que Meghan no conozca las “normas de etiqueta” de la realeza al pie de la letra, pues ella viene de otro rubro donde estas “reglas” -que datan de hace cientos de años- no existen.
Se le ha criticado por usar un vestido sin mangas pese a que no es parte del protocolo, también por cruzar sus piernas al sentarse cuando los miembros de la realeza sólo deberían cruzar sus tobillos.
Y ahora su supuesto error estaría en el color que escogió vestir en una oportunidad. La duquesa de Sussex y su esposo Harry asistieron a la celebración del centenario de la Real Fuerza Aérea Británica (RAF), donde la pareja nuevamente se robó la atención.
En la ocasión, Markle usó un hermoso y sofisticado vestido de corte midi de la casa de alta costura Dior. La mujer combinó la pieza con unos tacones color nude y un elegante tocado en el mismo tono que el vestido.
Pero, ¿cuál es el problema? Pues que el protocolo real indica que el negro es un color estrictamente reservado para ceremonias póstumas y funerales.
Al parecer, Meghan -queriéndolo o no- está rompiendo lentamente con todos los anticuados paradigmas de la corona británica.