Rara vez el príncipe William habla de su madre la princesa Diana de Gales, sin embargo, esta semana hizo una pequeña excepción para consolar a una niña de nueve años.
Junto a su esposa Kate Middleton, el duque de Cambridge visitó el centro Child Bereavement UK en Stratford (cerca de Londres), lugar que ayuda a familias a poder sobrellevar la muerte de un ser querido. Allí conoció a Aoife, una niña que sufría por la muerte de su padre, quien falleció producto del cáncer hace algunos años.
“¿Sabes lo que me pasó?”, le preguntó el príncipe a la niña, que lucía muy triste. “Sabes, yo también perdí a mi mami cuando era muy joven también. Tenía 15 años y mi hermano 12. Los dos perdimos a nuestra mami cuando eramos pequeños“, relató William sobre la muerte de Lady Di hace casi 20 años en un accidente automovilístico.
“¿Hablas sobre tu papi?”, continuó. “Es muy importante hablar de eso, muy muy importante“, aseguró.
La pequeña escuchó con atención las palabras del duque y cómo pudo reconocer su dolor en él. “No podía creerlo cuando comenzó hablar sobre su madre. Fue muy emotivo y estaba intentando no llorar. Casi lo hice“, comentó la mamá de la niña a la revista People.
Pero esta no es la primera vez que el príncipe habla al respecto con un niño. El año pasado en una visita al centro médico para enfermos terminales Keech Cottage en Luton, el futuro rey conversó con Ben Hines de 14 años, a quien aconsejó que la mejor forma de poder sobrellevar la pena es expresando su sentimientos.
“Sé cómo te sientes. Echo de menos a mi madre todos los días y hace ya 19 años que murió. Es normal estar triste. Como son cuatro hermanos tienen que aprender a comunicarse mejor. Este es un claro ejemplo de que necesitan muchas horas de conversación”, dijo William.
“El tiempo hace que todo se vuelva más sencillo. Lo importante es que se animen a hablar de sus sentimientos como familia. Pero es normal sentirse así, es lógico que la eches de menos”, agregó. “Prométanme que hablarán entre ustedes”, finalizó entonces.
El príncipe Harry, en tanto, reconoció hace un tiempo que su mayor arrepentimiento tras la muerte de Diana fue no haber hablado del tema.
Durante un evento para crear consciencia sobre los problemas mentales realizado en el Palacio de Kensington, el joven de 31 años señaló que estaba realmente arrepentido de nunca haber hablado de la muerte de Lady Di ni de cómo esto le afectó.
La confesión se dio cuando el futbolista Rio Ferdinand, cuya esposa falleció el año pasado por el cáncer, le preguntó al príncipe sobre cómo esta perdida podría afectar la vida de sus hijos.
