El fabricante estadounidense de chips Nvidia planea abrir un centro de investigación y desarrollo (I+D) en Shanghái como parte de un renovado compromiso con el mercado chino, pese a la caída de ventas provocada por las restricciones de exportación impuestas por Washington, informa este viernes el diario británico Financial Times (FT).
El nuevo centro tendrá como objetivo desarrollar soluciones adaptadas a las necesidades técnicas de los clientes chinos, al tiempo que se asegura el cumplimiento de las leyes estadounidenses.
Nvidia aclaró, de acuerdo a la información, que no enviará diseños de unidades de procesamiento gráfico (GPU) a China ni permitirá su modificación local para evitar sanciones por transferencia indebida de propiedad intelectual.
Según el medio, el plan fue discutido en abril entre el consejero delegado de Nvidia, Jensen Huang, y el alcalde de Shanghái, Gong Zheng.
La instalación también participaría en proyectos globales como la verificación de diseños de chips, la optimización de productos existentes y áreas aplicadas como la conducción autónoma.
El gobierno local habría manifestado un apoyo preliminar a la iniciativa, que aún requiere luz verde de Estados Unidos.
Presión regulatoria
La presión regulatoria ha sido severa, ya que el H20 —una unidad de procesamiento gráfico (GPU) que Nvidia comenzó a vender en China en 2024 y que fue diseñada específicamente para cumplir las normas de la era Biden— también ha sido objeto de controles por parte de Washington, a pesar de haberse creado en respuesta a restricciones previas sobre chips más avanzados.
Washington advierte que el uso de chips de IA producidos por Huawei podría acarrear consecuencias legales para empresas estadounidenses o extranjeras.
Como respuesta, Nvidia ha ofrecido a sus clientes chinos el chip L20, de menor potencia y sin memoria de alta velocidad.
Sin embargo, gigantes tecnológicos como ByteDance, Alibaba o Tencent evalúan migrar a chips locales, pese a los desafíos de adaptar sus sistemas actuales.
Un ejecutivo citado por el diario financiero resume la disyuntiva al afirmar que “estamos en una situación incómoda, al tener que elegir entre un chip peor de Nvidia con menor costo operativo o cambiar a chips chinos y afrontar el costo de rediseño”.
Huang advirtió la semana pasada que abandonar China supondría perder terreno frente a fabricantes como Huawei, a quien calificó de “formidable”.
En abril, el directivo también se reunió en Pekín con el viceprimer ministro He Lifeng, a quien reafirmó su deseo de mantener la cooperación tecnológica con China.
Durante el encuentro, Huang expresó su “optimismo sobre las perspectivas económicas de China”, afirmó estar “dispuesto a desempeñar un papel activo en la promoción de la cooperación económica y comercial entre China y Estados Unidos” y manifestó su intención de “profundizar la presencia de Nvidia en el mercado chino”.