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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Reino Unido estaría evaluando un plan para enviar inmigrantes ilegales a Macedonia del Norte a cambio de un pago millonario y asistencia militar, con el fin de disuadirlos de cruzar el Canal de la Mancha en pequeñas embarcaciones. Los migrantes deportados podrían solicitar asilo en Macedonia del Norte y se les alentaría a obtener visados para trabajar en sectores que necesitan mano de obra.

De acuerdo a un reporte de The Times, Reino Unido está analizando un plan de envío de inmigrantes ilegales hasta Macedonia del Norte. Lo anterior a cambio de un pago millonario y asistencia militar al país balcánico.

El objetivo de esta medida del primer ministro británico, Keir Starmer, es disuadir a los migrantes de cruzar el Canal de la Mancha, entre Inglaterra y Francia, en pequeñas embarcaciones.

Según pudo saber The Times, Macedonia del Norte y el Reino Unido iniciaron formalmente estos contactos a principios de otoño.

Los migrantes, de acuerdo con el plan, serían deportados y se les ofrecería la oportunidad de solicitar asilo en Macedonia del Norte, pero no serían detenidos ni se les restringiría su movimiento, lo que les daría la libertad de salir del país si así lo desean.

Además, se les animaría a obtener visados en aquel país para trabajar en sectores que necesitan mano de obra, como la construcción.

El Gobierno británico analiza distintas formas para reducir el número de migrantes que cruzan en botes el Canal.

Kosovo también está en conversaciones con el Reino Unido sobre la apertura de un centro de retorno, tras haber acordado ya acoger a migrantes en situación ilegal procedentes de Estados Unidos.

Abrir un centro de retorno en terceros países permitiría al Reino Unido expulsar a migrantes procedentes de países a los que es imposible devolverlos por su inseguridad, como Afganistán o Eritrea.

Starmer ha rechazado las comparaciones de estos centros con el programa de Ruanda del anterior Gobierno conservador, que fue descartado por el laborismo cuando llegó al poder en julio de 2024.

El plan de Ruanda fue diseñado para deportar a los migrantes a los pocos días de su llegada al Reino Unido, sin que se consideraran sus solicitudes de asilo ni otras vías legales.

Hasta principios de este mes, 39.292 personas cruzaron el Canal de la Mancha este año en pequeñas embarcaciones, lo que supone un alza del 17 % respecto al mismo periodo del año anterior.

Para controlar la inmigración, el Gobierno presentó en noviembre un proyecto de ley para una reforma del sistema de asilo, que limitará el acceso a la residencia legal de los refugiados, endurecerá la reunificación familiar y acelerará las deportaciones de quienes no tengan derecho a permanecer en el Reino Unido.