Manuel Inostroza, exsuperintendente de Salud, opinó que el Ejecutivo "está más preocupado de que por la vía de facto, de realidad, se produzca la quiebra del sistema y más que intentar reformar el sistema, generar la situación de hecho de que todos nos vamos a ir a Fonasa".

La crisis en el sistema privado de salud continuó agudizándose en los últimos días.

El viernes, la Asociación de Isapres alertó que dichas instituciones se encuentran “en cuenta regresiva” -ante el fallo de la Corte Suprema por la prima de Garantías Explícitas en Salud (GES)- y llamó al Gobierno y Congreso a tomar medidas para “impedir una catástrofe” en materia de salud.

Remarcó que la ejecución de las sentencias por GES (que implican devoluciones a los usuarios) generará a las isapres una caída en los ingresos “de una magnitud imposible de abordar”.

Al respecto el exsuperintendente de Salud, Manuel Inostroza, opinó que el actual Gobierno busca que las instituciones de salud previsional dejen de existir “de facto” para que todos los usuarios del país coticen en Fonasa.

En diálogo con radio Cooperativa, señaló que el Ejecutivo “está más preocupado de que por la vía de facto, de realidad, se produzca la quiebra del sistema y más que intentar reformar el sistema, generar la situación de hecho de que todos nos vamos a ir a Fonasa”.

En línea con lo expresado por la Asociación de Isapres, añadió que el problema serán “las consecuencias sanitarias” de la posible quiebra del sistema y que ello será “muy preocupante” para la población y el país.

El exsuperintendente de Salud señaló a la citada emisora, en el mismo contexto, que “no ha habido un acuerdo legislativo para sustituir la legislación que permitiría, ya sea, hacer desaparecer a las isapres en el marco de una reforma programada, consensuada, de transición, sin crisis”.

La Asociación de Isapres pidió el viernes, tanto al Gobierno como al Congreso, “impedir una catástrofe en el sistema de salud” y que el espacio de acción para ello ahora “es muy breve”.

Asimismo, llamó a las autoridades a conseguir definiciones, de las que dependerá si en los próximos meses “asistimos al desmantelamiento de la salud privada o si enmendamos el rumbo hacia una sostenibilidad que permita transitar a una reforma integral del sistema, poniendo al centro las necesidades de las personas”.