Cifras opuestas presentaron durante esta jornada dos de las mayores compañías dentro del sector de alimentos y vestuario. Mientras que los ingresos de Coca-Cola lograron elevar sus proyecciones de crecimiento, desde Puma, a pesar de los menores beneficios, se mostró un alza en las ventas.

Durante este martes, varias empresas han presentado nuevos resultados y, para el caso de Coca-Cola, estos mostraron un avance del 33,7% en sus beneficios netos durante el segundo trimestre de 2023, a comparación del mismo periodo del año pasado, contabilizando $2.547 millones de dólares.

Por otro lado, el fabricante alemán de ropa y calzado deportivo Puma registró un beneficio neto de $55 millones de euros, lo que supone un 34,7% menos respecto al mismo periodo anterior. Sin embargo, también se apreciaría un alza en sus ventas.

Coca-Cola: bebidas con resultados jugosos

La facturación de Coca-Cola entre abril y junio alcanzó los 11.972 millones de dólares (10.834 millones de euros), lo que implica un incremento del 5,7% respecto del mismo periodo del año precedente.

Por áreas geográficas, los ingresos en Norteamérica aumentaron un 8% en el segundo trimestre, hasta $4.367 millones de dólares, mientras que en Latinoamérica crecieron un 21%, hasta 1.378 millones de dólares.

En Europa, Oriente Próximo y África (EMEA) sumaron $2.188 millones de dólares, en línea con el mismo trimestre de 2022; y en Asia Pacífico un total de $1.567 millones de dólares, también sin cambios sustanciales.

De su lado, los ingresos procedentes de sus participaciones en embotelladoras cayeron un 2% en el segundo trimestre, hasta 2.042 millones de dólares (1.848 millones de euros).

“Me alienta que nuestra estrategia para cualquier escenario, trabajando junto con nuestros socios embotelladores, haya generado sólidos resultados en el segundo trimestre”, dijo James Quincey, presidente y consejero delegado de The Coca-Cola Company.

Con estos resultados, la compañía espera un crecimiento orgánico de ingresos del 8% al 9%, frente al rango anterior 7% al 8%. Asimismo, la compañía confía en lograr un crecimiento del beneficio por acción, a tipo de cambio neutral, del 9% al 11%, frente a la horquilla precedente de un aumento del 7% al 9%.

Puma: saltando y esquivando obstáculos macroeconómicos

Pese a la caída del 34,7% en los beneficios netos de Puma, la facturación de la compañía entre abril y junio alcanzó los $2.121 millones de euros, un 11,1% más que un año antes en términos absolutos y un 5,9% más sin tener en cuenta el ajuste por el tipo de cambio.

De esta manera, en los seis primeros meses del año, Puma registró un beneficio neto de 172,3 millones de euros, lo que supone un 16,2% menos respecto al mismo periodo del año anterior.

Además, las ventas entre enero y junio aumentaron un 12,7%, hasta los 4.308,3 millones de euros. Sin tener en cuenta el tipo de cambio, el crecimiento semestral fue del 10,1%.

El aumento fue liderado por el Asia Pacífico (26% más), Europa, Oriente Próximo y África (EMEA, con un 25,2% de incremento), mientras que en América las ventas de contrajeron un 2,7%.

Desde la multinacional textil han afirmado que estos datos se deben a los obstáculos macroeconómicos vividos, a los altos niveles de inventario en el comercio y la relativa dependencia de Puma en el negocio mayorista de descuento en Estados Unidos.

Con todo, han recalcado que la fuerte diversificación geográfica de su negocio ha permitido que el crecimiento en zonas como China compensen la caída de América del Norte.

Este panorama ha hecho que Puma confirme un crecimiento de las ventas ajustado por moneda de un dígito para el año fiscal 2023 y un resultado operativo (Ebit) en el rango de 590 millones de euros a $670 millones de euros, frente a los $641 millones de euros de 2022, así como un cambio respectivo en los ingresos netos.

De esta manera, Puma espera una mayor rentabilidad hacia finales de año, impulsada principalmente por una mejora secuencial en el margen de utilidad bruta debido a menores costos de abastecimiento y flete.