El tribunal de quiebras de Estados Unidos aprobó este viernes un plan financiero por 2.450 millones de dólares que le presentó Latam Airlines, la aerolínea más grande de América Latina, para salir de la crisis que enfrenta por la covid-19, indicó la compañía en un comunicado.

“La decisión del juez James L.Garrity Jr. le permite al grupo (Latam Airlines) acceder a los 2.450 millones de dólares requeridos para hacer frente al impacto de la covid-19″, indicó el comunicado de la aerolínea surgida tras la fusión en 2012 de la chilena LAN y la brasileña TAM.

La nueva propuesta financiera fue presentada el jueves en reemplazo de un primer plan que Latam propuso ante el tribunal por 2.000 millones de dólares, pero que fue rechazado por el juez Garrity, con el argumento de que este plan incluía un préstamo convertible que equivaldría a un tratamiento “inadecuado” para otros accionistas.

En la nueva propuesta, la aerolínea eliminó la opción de convertibilidad de la deuda en acciones que había motivado la negativa del tribunal y aumentó el financiamiento en 450 millones de dólares con la participación de nuevos financistas y accionistas minoritarios de la compañía aérea.

La aprobación del financiamiento es la primera parte de un proceso que comenzó Latam Airlines en mayo pasado cuando se acogió al capítulo 11 de la ley de quiebras de Estados Unidos, que permite a una empresa que no está en condiciones de pagar sus deudas iniciar una reestructuración sin la presión de los acreedores.

Roberto Alvo, director ejecutivo de Latam, afirmó que la aprobación del financiamiento “es un paso muy significativo para la sostenibilidad del grupo”, y anunció: “ahora empezamos una nueva etapa que es presentar nuestro plan de reorganización dentro del proceso del Capítulo 11”.

Una vez que Latam tenga listo el plan de reorganización, éste también deberá ser aprobado por el tribunal de quiebras, indicó a la AFP una fuente de la aerolínea.

Latam se acogió a la ley de quiebras ante el duro golpe que ha significado el coronavirus para sus operaciones y sus ingresos económicos, que sufrieron una caída del 75,9% en el segundo trimestre.

La crisis llevó a la aerolínea a despedir a unos 12.600 trabajadores, quedándose con casi 30.000.

Pese a ello, la aerolínea recupera paulatinamente sus operaciones internacionales y aumenta los vuelos internos en los países sudamericanos en los que opera.