La expansión del Covid-19 ha tenido grandes consecuencias a nivel mundial en lo que respecta a la economía. Tanto grandes empresas como las Pymes se han visto perjudicadas.

En ese contexto, según afirma Pablo Herrera, socio de la empresa auditora Deloitte Private, una de las grandes dificultades para las empresas es gestionar el flujo de caja.

“En el caso de las empresas uno de los primeros impactos del virus fueron las interrupciones en las cadenas de suministro, las que, a su vez, tienen repercusiones de flujo de caja en la cadena de suministro general, las que no deben subestimarse”, afirma.

Por lo mismo, “se vuelve más determinante que las empresas gestionen su flujo de caja”, complementa.

El experto entrega las siguientes recomendaciones para las empresas:

1. Plan de tesorería para la gestión del flujo de caja como parte de sus planes de gestión de riesgos y de continuidad de las operaciones. Al hacerlo, es esencial tomar en cuenta la perspectiva integral del ecosistema y del conjunto de la cadena de suministro, ya que las acciones que se tomen para gestionar la liquidez repercutirán no solo en sus actividades comerciales, sino también en la operación y en los clientes.

2. Asegurarse de la viabilidad de su financiamiento. No se puede asumir, que, en las circunstancias actuales, se seguirá contando con las opciones y flexibilidad de financiamiento que se tenían anteriormente.

3. Focalizar los esfuerzos en el ciclo de conversión de caja. En condiciones comerciales normales, las empresas se centran principalmente en las utilidades y pérdidas, aumentando los resultados brutos mientras gestionan los resultados netos.

4. Adoptar la mentalidad de un CFO integral a toda la organización. A medida que los responsables de la gestión de la cadena de suministro se enfrentan a los desafíos de la interrupción y la escasez de inventarios, generalmente pasan sus días pensando en las operaciones y dejando de lado la atención a los aspectos financieros y de tesorería.

5. Revisite sus costos. En vez de concentrarse en sus costos fijos, la reducción de los costos variables es, con frecuencia, el medio más rápido de disminuir inmediatamente sus salidas de caja.

6. Gestionar y acelerar las cuentas por cobrar. Cuando la economía está en auge, las tasas de interés son relativamente bajas y el flujo de caja no es una preocupación, las empresas suelen ser permisivas respecto de las cuentas por cobrar.

7. Convertir los costos fijos a variables dentro de lo posible. En tiempos de incertidumbre, suele ser conveniente cambiar los costos fijos por costos variables cuando es posible, al tiempo que protege las actividades principales del negocio y asume más flexibilidad en las que no lo son.

8. Pensar en lo que ocurre a su alrededor. Para maximizar el capital de trabajo, no puede limitarse a pensar en sus propias operaciones y niveles de inventario: debe considerar todo su ecosistema y cadena de suministro.