Esta jornada se dio a conocer la primera medición del ranking Doing Business tras la polémica que provocó la salida desde el Banco Mundial (BM) de Paul Romer, exjefe de la entidad que acusó manejo político en las ediciones pasadas del ranking, con el fin perjudicar al entonces gobierno de Michelle Bachelet.

En concreto, en esta oportunidad Chile se ubicó en el lugar número 56 de las 190 economías medidas con el fin de establecer los países con mayor facilidad para hacer negocios, retrocediendo así un puesto respecto al ranking del año pasado.

El Doing Business 2019 está encabezado por la economía de Nueva Zelanda seguida por Singapur, mientras que en el tercer lugar aparece Dinamarca seguida más atrás de Hong Kong y Corea del Sur.

La publicación del ranking 2019 detalla que nuestro país, durante el último año “hizo que abrir un negocio fuera más fácil, al reemplazar el requerimiento de imprimir y presentar libros de contabilidad sellados al Servicio de Impuestos Internos con un sistema electrónico”, según consignó el Diario Financiero.

Además, se destaca que Chile “hizo más fácil hacer cumplir los contratos, al introducir un sistema electrónico que permite a los demandantes registrar la queja inicial de manera electrónica”.

En detalle durante el último año, nuestro país consiguió 71,81 puntos, lo que se traduce en 0,73 puntos más que los alcanzados en la medición 2016-2017, siendo superado en América Latina sólo por México, según detalla el mismo medio.

Donde Chile retrocedió fue en el puntaje que mide, concretamente, la factibilidad de iniciar un negocio, bajando de 89,55 a 89,08 puntos y en la entrega de permisos de construcción, pasando de 80,28 a 75,90 puntos. En esa línea, en el pago de impuestos nuestro país también registró una baja en el puntaje de 76,17 a 75,28 puntos.

Las razones del retroceso

Santiago Croci Downes, gerente de programa de la unidad a cargo del Doing Business, indicó que “la agenda de reformas de Chile es continua, aunque se vería favorecida si fuese más rápida. Una aceleración en el ritmo contribuiría significativamente a eliminar obstáculos a la iniciativa privada, especialmente en aquellas áreas donde los emprendedores aún experimentan dificultades, como acceso al crédito y pago de impuestos”, según consigna el mismo medio.

Otra de las debilidades de nuestro país van en línea con el pago de impuestos, así lo relata en el comunicado el Banco Mundial afirmando que “a una empresa en Chile le toma 296 horas al año cumplir con sus obligaciones impositivas, comparado con 159 horas en promedio entre sus pares de la OCDE”.

Asimismo, la entidad explicó que las empresas en Chile deben invertir 26 en promedio para lograr cumplir los requisitos para la devolución del IVA y esperar 38 semanas más para que ese dinero sea devuelto a sus cuentas.

Una gran diferencia comparado con lo que sucede las otras economías de la OCDE, donde en promedio para la concretar los requisitos las empresas invierten unas 7,5 horas, mientras que para que se les devuelva el dinero pasan sólo unas 15 semanas.