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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El Gobierno chileno solicitó la renuncia del director ejecutivo de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), Luis Huerta Torchio, debido -según trascendidos- a una mala evaluación de su gestión, siendo reemplazado de forma interina por Richard González Zúñiga. La institución, creada en 1965, se encarga de investigar y regular el ámbito de la energía y tecnologías nucleares, las radiaciones ionizantes y ciencias afines, con impacto en sectores como salud, industria, minería, agricultura y alimentación.

El Gobierno informó en las últimas horas que solicitó la renuncia del director ejecutivo de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), Luis Huerta Torchio.

Si bien difundió ahora esta información a través del Ministerio de Energía, la solicitud de renuncia del directivo sucedió hace casi una semana.

Aunque no se detallaron los motivos, trascendió que la salida de Huerta Torchio -de profesión físico teórico- se debió a una mala evaluación de su gestión.

El cargo quedó vacante y de manera subrogante -conforme a decreto exento N°100 de fecha 10 de mayo de 2024 del Ministerio de Energía- será ocupado por Richard González Zúñiga.

La CCHEN

La CCHEN fue creada en 1965 y cumple con investigar respecto de la provisión de productos y servicios en el ámbito de la energía y tecnologías nucleares, las radiaciones ionizantes y las ciencias afines.

La institución es dirigida y administrada por un consejo directivo y un director ejecutivo (seleccionado a través del Sistema de la Alta Dirección Pública, ADP), todos designados por el Presidente de la República.

“Las actividades que se desarrollan al interior de la CCHEN impactan en variadas áreas del quehacer nacional, siendo las más relevantes la salud, industria, minería, agricultura y alimentación”, precisa la Comisión en su sitio web.

Asimismo, regula, autoriza y fiscaliza -a nivel nacional- las fuentes nucleares y radiactivas catalogadas como de primera categoría y a los operadores de las mismas.

Protege radiológicamente a las personas y al medio ambiente, efectuando monitoreo, vigilancia, calibración, gestión de desechos radiactivos y capacitación en el área radiológica.