Esto siempre y cuando no se logre nuevo financiamiento, también permanente. Además, "para lograr la consolidación fiscal se deberá hacer un esfuerzo sustantivo en términos de control de gasto", expresaron en un informe presentado ante el Congreso.

El Consejo Fiscal Autónomo (CFA) presentó su informe trimestral sobre Balance Estructural (BE) ante la Comisión Especial Mixta de Presupuestos del Congreso.

Durante la ocasión se detalló que, basado en las últimas estimaciones de la Dirección de Presupuestos (Dipres) del Ministerio de Hacienda, Chile cerraría el 2023 con un déficit estructural del 2,6% del Producto Interno Bruto (PIB).

Este podría incluso haber escalado hasta un 3% si es que Hacienda hubiese aplicado la metodología donde se consideran parte de los ingresos del litio son extraordinarios.

En este sentido, el Consejo sugiere al Ministerio que se contengan los gastos durante el último semestre, dado que “es esencial para dar credibilidad a la regla fiscal y a su nuevo marco dual”, según indica el informe.

Advertencias del Consejo Fiscal Autónomo

A su vez, respecto a la meta del Gobierno de un balance estructural del -1,9% del PIB para 2024, el CFA destaca que esto se lograría mediante un bajo crecimiento del gasto público en los próximos años, y no solamente durante este mandato sino también del siguiente Gobierno.

“Para lograr la consolidación fiscal se deberá hacer un esfuerzo sustantivo en términos de control de gasto”, advierten desde el Consejo.

En línea sobre el tema del gasto, el Consejo Fiscal Autónomo advierte que no existen espacios para nuevos gastos permanentes en los próximos años, siempre que no se aumenten las fuentes de financiamiento permanentes.

Desde el CFA destacan que este puede provenir de un mayor crecimiento tendencial, nuevos ingresos tributarios, menor evasión, reasignaciones o mayor eficiencia del propio gasto.

“Para la sostenibilidad fiscal de largo plazo, el CFA estima que se requiere converger a un BE equilibrado (cercano a 0) para no superar el nivel prudente de deuda bruta del 45% del PIB. Esto contrasta con el déficit estructural de 0,5% del PIB planteado por la Dipres desde 2026 en adelante”, detallaron.

Lo anterior “implicaría que la consolidación fiscal no terminaría en la presente administración e incluso, podría genera que la deuda pública sobrepase su nivel prudente en la próxima década”.

Riesgos nacionales e internacionales

Según el Consejo, existe la posibilidad de que ciertos factores que han afectado la economía nacional, puedan repetirse.

Entre estos están la menor actividad minera, una débil reactivación económica, mayores presiones del gasto por el cambio climático y el impacto fiscal que podría traer el traspaso de afiliados de Isapre a Fonasa.

A nivel internacional, se observan los niveles más altos de tasas de interés en economías desarrolladas, la evolución de la economía China (con efectos sobre precio del litio y el cobe), además del alza en los precios del petróleo por el conflicto en Medio Oriente.

“Todo lo anterior genera un riesgo a la baja en las proyecciones macroeconómicas y de ingresos fiscales, en especial para 2024. Al respecto, las proyecciones del Ministerio de Hacienda para el PIB se mantienen por sobre las expectativas del mercado en el periodo 2023-2025, en especial para la parte minera”, alertó el Consejo.

Finalmente, el CFA advierte del aumento de la deuda pública bruta en 2024 a un 41,1% del PIB, acercándose al nivel establecido por el Gobierno del 45%.

“El CFA advierte riesgos en este ámbito que el Ministerio de Hacienda debe monitorear y mitigar”, sostienen en el informe.