Solo "el sector privado venezolano requiere alrededor de 6.000 millones de dólares", dijo un economista. Si bien los créditos han aumentando, siguen siendo insuficientes.

La financiación en Venezuela, reducida drásticamente en los últimos años, aumentó un 106%, fruto de la flexibilización en la política de restricción del crédito que ha venido aplicando el Gobierno para frenar la inflación, según expertos, para quienes los préstamos siguen lejos del nivel que requiere la economía.

De acuerdo con la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban), el pasado agosto -último reporte oficial- la cartera de créditos llegó, al cambio oficial, a 597,97 millones de dólares, cuando en el mismo mes del año pasado cerró en 289,96 millones.

El crédito ha venido respondiendo a una flexibilización de la política que aplican las autoridades para contener el tipo de cambio, que consiste en controlar la demanda de dólares disminuyendo la emisión de bolívares -necesarios para comprar divisas- a través de la reducción del gasto público y la restricción de la financiación.

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En 2019, el Ejecutivo elevó a un 100% el encaje legal -una medida que obliga a la banca a mantener un porcentaje de sus depósitos en el Banco Central-, lo que redujo en un 68% la cartera de créditos en agosto de ese año respecto al mismo mes de 2018, lapso en el que bajó de 684,13 millones de dólares a 212,57 millones.

Pero las autoridades han reducido ese corsé del crédito hasta un 73%, en febrero de este año.

El economista Giorgio Cunto dijo que el “valor más bajo de la cartera de créditos en la historia reciente fue en abril de 2020, cuando estaba en unos 106 millones de dólares” y, aunque ha crecido, “sigue siendo muy bajo respecto al tamaño de la economía en general”.

Solo “el sector privado venezolano requiere alrededor de 6.000 millones de dólares”, aseguró.