El vicepresidente de la Corfo, Sebastián Sichel, negó tener conflictos de interés por la explotación del litio en el norte del país y dijo que se está haciendo todo lo posible para que Julio Ponce Lerou no llegue a cargos directivos en el marco del cuestionado rol “asesor” que asumió para SQM.

Todo lo anterior, en medio de su paso por Concepción, ciudad que -según dijo- conoce bien debido a lazos familiares que tiene con la capital del Bío Bío, que en esta ocasión visitó para participar en la segunda cumbre de la innovación.

En la oportunidad se le consultó sobre los cuestionamientos respecto de la explotación del litio y posibles conflictos de interés que tendría debido a su cercanía con miembros de una de las sociedades cascadas que controlaban indirectamente SQM.

Pero Sichel dijo que no registra conflictos de interés y que todo se debe a malas interpretaciones. De hecho, aseguró que no ha realizado asesorías para SQM y tampoco para la industria del litio.

Lo que complica a la Corfo es el incumplimiento de Julio Ponce Lerou del espíritu del acuerdo que en 2017 firmó la minera no metálica con el anterior vicepresidente, Eduardo Bitran, para continuar con la explotación del litio.

En concreto, pese a que la idea era que el dueño de la firma abandonara el directorio, la semana pasada la compañía anunció que Julio y su hermano Eugenio volverían a la compañía como “asesores” de la máxima instancia de la empresa.

Según explicó el vicepresidente ejecutivo de la instancia, Sebastián Sichel, dicha asesoría no debería transformarse en actividad directiva y que para ello ya oficiaron a SQM.

Puntualmente, el rol de Corfo en el negocio del litio es “arrendar” el Salar de Atacama para su explotación, cuyas tratativas para prolongar ese acuerdo se desarrollaron el año pasado con la condición de que Julio Ponce Lerou abandonara el control de la minera no metálica.