Los científicos revivieron una antigua bacteria neandertal con la que obtuvieron moléculas nunca antes vistas que podrían contribuir a la medicina actual.

Un nuevo estudio publicado en la revista Science, da cuenta del regreso de una bacteria proveniente de los neandertales, se trata de la “Chlorobium”, que perteneció al ADN bacteriano de los dientes de los humanos en el pleistoceno.

Según detalla un artículo de Telegraph, científicos del Instituto Leibniz para la Investigación de Productos Naturales, reconstruyeron el genoma de esta bacteria, que se encontró en la placa dental de fósiles de humanos paleolíticos que datan de hace 100.000 años.

Tras recrear el genoma, lo utilizaron para recuperar moléculas de la Edad de Piedra. En concreto, los investigadores empalmaron (unieron) las bacterias vivas y descubrieron que producen “paleofuranos”, que son una familia de moléculas nunca antes vistas.

Al momento, el estudio no obtuvo resultados concluyentes sobre qué es lo que hacen estas moléculas, pero los expertos apuntaron que encontrar bacterias extintas perdidas en la historia podría ser útil en la medicina para el desarrollo de antibióticos.

La bacteria de los neandertales podría ser útil para la medicina

“Desciframos una sección del ADN de una bacteria antigua y la recreamos. Esto nos permitió generar las moléculas que denominamos paleofuranos”, explicó Pierre Stallforth, profesor de química bioorgánica en el Instituto Leibniz y autor del estudio.

Suponemos que estos compuestos son moléculas señalizadoras que el organismo utiliza para ‘comunicarse’ entre sí o para regular funciones específicas de la bacteria“, agrega en conversación con el medio.

“En esta etapa, sin embargo, solo podemos especular. El siguiente paso es probar estas moléculas, por ejemplo, si tienen propiedades antibióticas”, apuntó.

Si bien este estudio aún es una investigación en pañales hasta que finalmente estas moléculas desconocidas puedan ser un aporte para la medicina, los científicos llevan años trabajando en ello y este hallazgo reafirmó la posibilidad de encontrar moléculas útiles a partir de bacterias del pasado.

Además, tras recrear el genoma preliminarmente en una computadora antes de generar bacterias vivas, los científicos determinaron que este método no sería peligroso.