Ocurrió en Sudáfrica. La estudiante de máster de la Universidad de Ciudad del Cabo, Suzanne Lambert, logró crear un ladrillo ecológico que contiene orina humana, y que tiene la particularidad de ser gris.

Los convencionales, aquellos que todos conocemos, deben ser cocidos a más de 1.000 °C, lo que genera aun más dióxido de carbono en el ambiente.

El proceso con el que se produce este nuevo ladrillo es similar al de las conchas de mar. Es conocido como precipitación carbonatada microbiana.

Así, según consigna el diario El País se mezcla el líquido con arena y una bacteria se encarga de elaborar carbonato de calcio. Una compleja reacción química que permite endurecer el producto.

La creadora aseguró que la orina, en este caso, se convierte en “oro líquido”. Algo que, según explicó, debería ser más utilizado en la producción.

Lambert, a través de un comunicado que fue publicado a fines de octubre, compartió los créditos de su hallazgo con su compañero Vukheta Mukhari y los profesores Dyllon Randall y Hans Beushausen que trabajaron en la supervisión del proyecto.

Estados Unidos, anteriormente, había trabajado en una idea similar, aunque esta sería la primera vez que se producen ladrillos con orina humana natural.