El cohete Super Heavy con la nave Starship de Space X explotó a los cuatro minutos de su lanzamiento este 20 de abril, en el primer intento de vuelo integrado del sistema alrededor de la Tierra.

El cohete Starship de SpaceX explotó tras despegar desde la Starbase de la compañía en Boca Chica, Texas, elevándose cerca de 40 kilómetros antes de perder el control y estallar.

Una enorme nube de gas cegó la plataforma de despegue durante el despegue, de la que emergió el mayor cohete que ha despegado en la Tierra hasta la fecha. El lanzamiento fue seguido por numerosos empleados de SpaceX que lo siguieron desde las instalaciones de la compañía con gran emoción y aplausos.

Tras alcanzar una altitud cercana a los 40 kilómetros, el cohete empezó a cabecear y finalmente perdió su orientación, hasta que explotó en el aire, de acuerdo con la transmisión en directo realizada por Space X. El estallido ocurrió por motivos todavía por determinar, aunque los ingenieros de la compañía señalaron que daban por buena la prueba.

Si bien hay grandes expectativas puestas en este prototipo, la posibilidad de que no lograse llegar a la órbita era bastante alta, así como las probabilidades de que explote en el lanzamiento. Elon Musk, dueño de la compañía, no descartaba que pudiera explotar durante el despegue, y recientemente estimó en sólo un 50% sus probabilidades de alcanzar la órbita terrestre según recuerda Science Alert.

Sí se mostraba más optimista para futuros intentos, proyectando un 80% de probabilidades de éxito para finales de este año.

“Con una prueba como esta, el éxito proviene de lo que aprendemos, y la prueba de hoy nos ayudará a mejorar la confiabilidad de Starship mientras SpaceX busca hacer que la vida sea multiplanetaria”, indicó Space X en su cuenta de Twitter. En otro tuit informó de que la propia nave Starship “experimentó un rápido desmontaje no programado antes de la separación de la etapa”. Los equipos continuarán revisando los datos y trabajando para la próxima prueba de vuelo, añadió.

Según el plan de vuelo, indicó EuropaPress, estaba previsto que el cohete se separase poco después y retornase a tierra para realizar un amerizaje controlado cerca de Starbase. Mientras, Starship alcanzaría la órbita y cruzaría el globo sobre el Atlántico, África, el Índico y el Pacífico para impactar al norte de Hawai.

El vuelo iba a extenderse durante una hora y media.

Un intento tras otro

Todo se trata de un intento de probar la viabilidad de los nuevos sistemas de lanzamiento de la empresa, que proponen algún día ser totalmente reutilizables, reduciendo con ellos los costos de las misiones espaciales públicas y privadas como ya hace el Falcon 9 de la misma compañía.

En su etapa de prototipo, ese cohete también fracasó varias veces antes de funcionar.

Pero el Starship es aún más ambicioso. En total, mide 120 metros de altura, siendo uno de los más altos del mundo. Impulsado por 33 motores Raptor, es también el más potente y promete algún día llevar a la humanidad a la Luna, Marte, e incluso más allá. “Este vehículo podría hacer la vida multiplanetaria. Eso es realmente importante”, enfatizó recientemente Elon Musk, dueño de SpaceX.

Ya el lunes habían intentado este mismo lanzamiento, pero debieron retrasarlo cuando estaba a sólo 10 minutos de despegar, debido a problemas técnicos.

El próximo lanzamiento será en “pocos meses”, anticipó Musk en Twitter.