Según los gobiernos de ya 16 de los estados de Estados Unidos, a partir de Arizona, Montana y Tennessee, ya sería urgente dictar leyes para frenar las emisiones de pornografía a través de Internet, impresos, y videojuegos de esos “para mayores” que se venden en las tiendas de computación.

Y, según ellos, no se trata de una preocupación moral. No. Se trata de un asunto médico, una “emergencia de salud pública” pues una abrumadora parte de la población, de todas las edades, millones y millones de personas, ya tienen una adicción patológica por la pornografía.

En tanto, al otro lado del Atlántico, en Gran Bretaña, se anuncia que a partir del próximo 15 de junio entrará en vigor una ley que obligará a los productores de pornografía a establecer filtros inviolables para impedir que los menores de edad puedan acceder a las emisiones pornográficas por internet. Eso, porque un estudio habría detectado que ya en estos momentos alrededor de un 10% de los niños entre 10 y 12 años se han vuelto porno-adictos.