El Parlamento venezolano, de mayoría chavista, pidió este martes al Gobierno expulsar a la embajadora de la Unión Europea (UE), Isabel Brilhante, en respuesta a las sanciones aprobadas por el bloque comunitario, una decisión que ya tomó y luego revocó el presidente Nicolás Maduro en 2020.

La Asamblea Nacional aprobó por unanimidad el acuerdo en el que hace la solicitud al Gobierno, según expresó su presidente, Jorge Rodríguez, quien aseguró que votaba con ambas manos como una muestra de su total respaldo a la propuesta.

El acuerdo, que fue leído por la diputada Ilenia Medina desde el atril de oradores, pide al Gobierno, y específicamente a Maduro, que “proceda a la ejecución de esta declaración, así como el establecimiento de los mecanismos diplomáticos tendientes a concretar la expulsión” de la embajadora.

Además, exhorta al Ejecutivo a “declarar persona ‘non grata’ a la jefa de la delegación de la UE en la República Bolivariana de Venezuela, Isabel Brilhante Pedrosa”.

“Mis dos manos levanto para pedir que se declare persona non grata a la representante de la Unión Europea, mis dos manos levanto para exhortar a que se revisen las condiciones en las que existe una oficina de la Unión Europea aquí en Venezuela“, sostuvo Rodríguez durante la votación.

Una amenaza repetida

El 29 de junio de 2020, Maduro ya ordenó a Brilhante la salida del país, una decisión que revocó el 2 de julio, con la esperanza de que la decisión facilitara el diálogo entre la UE y Venezuela.

En aquella ocasión, el bloque también había planteado sanciones a varios dirigentes venezolanos.

Tras revocar la expulsión, las relaciones entre la UE y Venezuela mejoraron, y en septiembre pasado, el canciller turco, Mevlüt Çavusoglu, publicó en su cuenta de Twitter que seguía “con satisfacción la evolución del diálogo positivo entre el Gobierno y la oposición en Venezuela” que, según afirmó, también fue “debido a los esfuerzos de su país en coordinación con la Unión Europea”.

Fruto de esas conversaciones, el jefe de Estado venezolano otorgó distintas medidas de gracia a 110 personas.

Sin embargo, las relaciones volvieron a tensarse este lunes con las nuevas sanciones en respuesta a las elecciones legislativas del pasado 6 de diciembre que los países de la UE no reconocen, ya que consideran que no cumplieron los estándares democráticos.

Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE ampliaron la lista de sancionados y añadieron, entre otros, a la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Indira Maira Alfonzo Izaguirre, así como al vicepresidente de esa entidad, Leonardo Enrique Morales Poleo.

También entraron a la lista los diputados José Brito y Bernabé Gutiérrez, dos disidentes de la oposición que se apartaron del grupo que lidera Guaidó, que a su vez les acusa de haber sido sobornados por Maduro.

Ambos aplaudieron en pie la decisión adoptada por la AN de la que forman parte.

Sin respuesta de Maduro

Apenas unos minutos después de que la AN aprobara el acuerdo, Maduro hizo una intervención telefónica en un congreso oficialista en el que no mencionó la solicitud que le hizo el Parlamento.

También poco después de que el Legislativo votara a favor de declarar persona non grata a Brilhante, el Ministerio de Exteriores confirmó que la diplomática se reunirá el miércoles en la Casa Amarilla, sede de la Cancillería venezolana, con representantes del Ejecutivo.

Al encuentro, del que no han trascendido más detalles, también acudirán los jefes de las misiones diplomáticas de España, Francia, Alemania y Países Bajos.

El texto del acuerdo que fue leído por Medina y aplaudido por los diputados antes de su votación, también reclama al Gobierno “que revise el acuerdo de funcionamiento mediante el cual autorizó la apertura” de la oficina de la UE en Venezuela.

El documento subraya que esa delegación “ha venido irrespetando las normas internas, interfiriendo en los asuntos internos” de Venezuela y “adoptando medidas coercitivas unilaterales, ilegales, que han hecho un profundo daño al pueblo venezolano”.

Tras el debate y antes de la votación de esa propuesta, Rodríguez dijo que no “cabe en la cantidad de asco” que le produce que “haya personas que se hayan hecho adictas a las sanciones”.

Entre quienes celebraron la aprobación de las sanciones, se encuentran los opositores Juan Guaidó y Leopoldo López, quien reside en España desde el pasado octubre, cuando salió de la residencia del entonces embajador en Venezuela, Jesús Silva.

“No cabemos en el asco de que hayan incurrido en tantas acciones, donde quien defiende la democracia es atacado por el ya fenecido Imperio Europeo”, concluyó.

Rodríguez está también al frente de una comisión de diálogo nacional, tarea encomendada por Maduro, que debe conversar tanto con distintos sectores del país como, presumiblemente, con la comunidad internacional.