Más del 20% de la población tiene piel sensible, siendo la picazón uno de los signos más comunes. La recomendación general es fortalecer la barrera cutánea para que disminuya el contacto con sustancias agresoras de uso común.
Las alergias son reacciones individuales a distintos agentes alérgenos que están presente en nuestra vida cotidiana. Identificarlos, especialmente en personas con piel sensible, no es tarea sencilla, ya que son múltiples los factores involucrados.
Entre las cosas que pueden afectarnos está el polen y ácaros del entorno, las condiciones propias de cada uno (físicas y emocionales) y también el contacto con determinadas sustancias que incluidas en productos de uso habitual.
Según explica la dermatóloga Carla Muñoz, la piel sensible es una condición que se caracteriza por una exagerada reactividad a factores ambientales y/o a productos de uso local. La prevalencia iría desde el 20% hasta el 50% de la población, según reportes de estudios anglosajones.
Asimismo, las mujeres tendrían mayor probabilidad de tener piel sensible que los hombres y mayor sintomatología, pues tienen más contacto con una amplia variedad de productos cosméticos.
“La piel sensible o hipersensible se manifiesta con picazón, ardor y enrojecimiento de la zona donde hay contacto con el elemento agresor. Habitualmente, se trata de productos de uso cotidiano como cosméticos, maquillajes, cremas, serum, detergentes, suavizantes, jabones, y también por factores ambientales como frío y baja humedad ambiental, entre otros”, dice la experta.
“Al tener contacto, se gatillan los síntomas donde la picazón (prurito) es lo principal, generando la necesidad de rascado que lleva a un círculo vicioso que estimula más picazón y daño. No está claro por qué se produce esta hiperreactividad, la cual puede ser persistente o esporádica, en ocasiones asociada a períodos de estrés o a ciertos estímulos hormonales”, explica.
Por otra parte, la dermatóloga recalca que es importante diferenciar una piel sensible de una piel que cursa una dermatitis alérgica o irritativa.
La dermatitis alérgica se genera por una cascada de eventos, donde la base es la sensibilización previa por un alérgeno. La reexposición a este genera una reacción y, cada vez que haya contacto con el componente, se repetirá la misma respuesta de manera más intensa.
En el caso de la dermatitis irritativa, la reacción se debe a la agresión del elemento sobre las capas más superficiales de la piel, generando un daño físico.
En términos generales, “en las pieles hipersensibles, el manejo debe ser fortaleciendo la barrera cutánea, de manera que disminuya el contacto con las sustancias agresoras. Para ello recomiendo el uso de emolientes sin fragancias ni colorantes. Además, utilizar productos cosméticos y de aseo que contengan la menor cantidad posible de contactantes, perfumes, preservantes etc.”, recomienda la Dra. Carla Muñoz.
Si la persona no logra controlar los síntomas o le parece que está cursando una dermatitis, la recomendación es consultar al dermatólogo para realizar un adecuado diagnóstico y manejo del cuadro.
Atención con el ciclo virtuoso en el lavado de ropa
Sabemos que la piel de los bebés es extremadamente delicada, pero esta condición no es exclusiva de ellos y hay un porcentaje no menor de población adulta que tiene piel sensible. En estos casos, es recomendable que la habitual tarea del lavado de ropa, especialmente la que está en contacto con la piel, sea con detergente hipoalergénico, procurando siempre un buen enjuague, para evitar que restos del producto queden adheridos en las fibras de la ropa.
Yasmara Zúñiga, subgerente comercial de la marca Popeye, señala que es fundamental promover un ciclo de lavado virtuoso que brinde los cuidados que nuestra piel necesita.
“Nuestra recomendación es identificar la ropa de quienes tienen piel sensible y si tiene manchas, remover previamente en agua con jabón en barra Popeye. Luego, usar en lavadora Popeye Hipoalergénico Bebé o Popeye Hipoalergénico Familia, que son detergentes líquidos certificados dermatológicamente y muy recomendados para toda la familia. Su fórmula ha sido clínicamente probada por varias generaciones de chilenos y, junto con lograr un buen resultado en el lavado, colabora, además, en la prevención de reacciones alérgicas indeseadas y picazón”, explica la ejecutiva.
Cabe mencionar que Popeye pertenece a M. Maritano Industria de Jabones S.A., empresa familiar chilena que cuenta con más de 70 años en el mercado de los jabones y detergentes para el lavado de la ropa.
