Este martes, el presidente Gabriel Boric detallará en cadena nacional el Presupuesto de la Nación 2026, donde se espera que adelante el nivel de gasto y las partidas prioritarias.
Además, también se daba por hecho que el gobierno informaría las holguras que le dejaría a la próxima administración. Sin embargo, eso no ocurrirá.
Y es que en la previa de este discurso, el ministro de Hacienda, Nicolás Grau, confirmó que el gobierno no dejará la llamada “glosa republicana”, algo que ocurrirá por primera vez desde el retorno a la democracia.
El ministro defendió esta postura, asegurando que siguieron la recomendación en base a una propuesta de la Comisión Asesora para Reformas Estructurales al Gasto Público, que hace unos días entregó una serie de recomendaciones para contener y recortar dicho gasto.
El ex director de Presupuestos de Sebastián Piñera e integrante de la instancia, Matías Acevedo, explicó que en vez de la “glosa republicana”, lo que se recomendó fue “una facultad de reasignar hasta un 10% del gasto público total. Son US$9 mil millones”.
“Es decir, se está ampliando por más de 12 veces la capacidad del próximo gobierno de reasignar el gasto”, afirmó el experto.
Esto significa que la nueva administración, pese a enfrentarse a gastos comprometidos en el presupuesto, podría tomar recursos de un sector y moverlos a otros con mayor prioridad.
¿Qué es la glosa republicana?
La glosa republicana es una partida presupuestaria que se destina a la próxima administración para que esta la distribuya según sus propias necesidades de gasto.
Si se considera que se le debe dar más importancia a la salud o desarrollo social, el gobierno entrante puede tomar parte de esos recursos de libre disposición y ejecutarlos en esos sectores.
En esa misma línea, la glosa se incorpora al Tesoro Público, pero no es una ley. Es una tradición que se da cada que hay un cambio de gobierno, y se basa en facilitar una transición más flexible de un gobierno a otro, creada por consenso político en los 90′.
Por ejemplo: Durante el traspaso del segundo gobierno de Sebastián Piñera a la administración del presidente Gabriel Boric, se dejó una glosa de libre disposición de aproximadamente US$687 millones.
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