El cantante español se presentó por séptima vez en Movistar Arena, en un show donde se acompañó de la Orquesta Filarmónica Nacional en alrededor de 30 canciones. "Prometo que no volverán a pasar dos años. Nunca más", aseguró sobre su próximo retorno.
Más de 11 mil personas asistieron anoche al reencuentro de Raphael con el público local, esta vez en el marco del tour “ReSinphónico” cuyo arribo a Chile fue postergado durante un año a raíz de la pandemia.
Fue la séptima vez del cantante español en Movistar Arena (2009, 2011, 2012, 2015, 2017, 2018 y 2022), quien se acompañó en escena por 64 integrantes de la Orquesta Filarmónica de Chile (dirigidos por Rubén Díez) para dar forma al espectáculo que en 2019 presentó en el Festival de Viña del Mar.
“Ave Fénix” fue la primera de 31 canciones que el artista, a sus 78 años, interpretó en vivo y con la calidad vocal de siempre.
Vestido de un negro implacable (camisa y pantalón ceñido tal como en los sesentas, cuando conquistó Europa e Hispanoamérica), el “Ruiseñor de Linares” cantó, dramatizó, dirigió la orquesta con batuta en mano, dibujó escenas imposibles con la garganta y contorsionó el cuerpo cuando fue necesario desplegar sus característicos pasos de baile. Los que lo siguen desde hace décadas, aplaudieron satisfechos. Los que lo conocieron anoche acompañando a algún familiar al Arena, aplaudieron sorprendidos.
Al menos cuatro generaciones fueron muestra de la transversalidad del público de Raphael, quien se mostró complacido con la visita a Chile. “Por fin en mi añorado Chile”, comentó al inicio, en una de sus pocas intervenciones directas.
En total, tres decenas de canciones que fueron matizadas por arreglos sinfónicos pero también electrónicos que revitalizan un catálogo tan antiguo como histórico (la versión de “Yo soy aquel”, su ejemplo más evidente).
El show y su lista de canciones, por otro lado, cuentan su propio relato, homenajeando el oficio de cantante y los costos que ello trae para sus ejecutantes. “Vida loca”, “Loco por cantar”, “La noche”, “La canción del trabajo” y “Digan lo que digan”, son susceptibles a dicha lectura.
“Mi gran noche”, “Volveré a nacer”, “Yo sigo siendo aquel”, el tango “Nostalgias”, el bolero “Que nadie sepa mi sufrir” y el “Gracias a la vida” de Violeta Parra (estas tres últimas en formato íntimo, acompañado con piano en la primera y sólo de su guitarrista en la última), además de su versión para “Resistiré”, el himno del Dúo Dinámico, fueron algunas de las piezas que el público coreó de principio a fin.
“Estuve enamorado” y “Qué sabe nadie” fueron dos momentos de alta conmoción en el recinto del Parque 0’Higgins, donde el hispano hizo estremecer los altoparlantes con sus gritos líricos, histriónicos y armonizados.
“Escándalo”, “Yo soy aquel” y “Como yo te amo” fueron el broche de oro para un show que se extendió por alrededor de dos horas y que finalizó con una promesa de Raphael. “Prometo que no volverán a pasar dos años. Nunca más. Hasta el año que viene”, dijo antes de desaparecer de escena.
