Este 2 de abril se celebra el Día Internacional del Libro Infantil, el que además da inicio al Mes del Libro.

Esta fecha se conmemora desde 1967 en todo el mundo para inspirar el amor por la lectura y poner el foco sobre los libros para niños, y este año vuelve a coincidir con una cuarentena que por ahora nos mantiene en casa.

Afortunadamente, que los jardines, colegios y bibliotecas estén cerrados no es impedimento para leer. Por el contrario, es una gran oportunidad para buscar maneras innovadoras de acercar a los niños y niñas a la literatura.

Los cuentos digitales son una gran alternativa que las familias deberían explorar, pues amplían la experiencia sensorial, despiertan nuevas formas de leer y le dan protagonismo al lector.

Precisamente este ha sido el foco de la Fundación Entrelíneas, que en el último año ha apostado por desarrollar cuentos digitales de gran calidad estética y literaria, trabajando mano a mano con premiados autores e ilustradores chilenos.

Una de las principales novedades de estas obras, que están disponibles gratuitamente en www.vivaleercuentosdigitales.cl, es que los niños y niñas leen con todos sus sentidos. Los relatos involucran texto, narración, música, interacciones y sonidos. Incluso, en estos cuentos los menores tienen la posibilidad de grabar la historia con su propia voz.

El ingreso al sitio es desde cualquier dispositivo con Internet. En él se pueden encontrar desde fábulas, cuentos de hadas, leyendas y mitos de pueblos originarios, hasta cuentos sobre temas y personajes contemporáneos. Cada uno de ellos finamente ilustrado por algunos de los mejores artistas nacionales especializados en literatura infantil: Alejandra Acosta, Daniel Blanco, Carmen Cardemil, Ignacio Del Real, Raquel Echenique, Pedro Prado, Fabián Rivas y Antonia Roselló. 

Los más pequeños podrán disfrutar de historias clásicas sobre animales, como la conocida fábula de Esopo, El león y el ratón, o el cuento tradicional de  La gallinita roja, que les invita a recorrer la granja y reconocer los sonidos y características de los animales del campo. El cuento tiene mucho humor y rescata la melodía de la canción original de Carmen Lavanchy, del grupo Mazapán.

El león y el ratón. Ilustración de Daniel Blanco Pantoja
La gallinita roja. Ilustración de Antonia Roselló

Encontramos además dos sugerentes cuentos de hadas de la tradición europea recogidos por los hermanos Grimm: El zapatero y los duendes y Las doce princesas bailarinas, con las propuestas artísticas llevadas a cabo por Ignacio Del Real y Alejandra Acosta, respectivamente, y la voz de del músico Ismael Oddó en la narración.

El zapatero y los duendes. Ilustración de Ignacio del Real
Las doce princesas bailarinas. Ilustración de Alejandra Acosta

Como una forma de acercar a los niños a la cosmovisión de nuestros pueblos originarios, están los cuentos Kai Kai, la cuidadora de las aguas, sobre el mito mapuche de Kai Kai y Treng Treng vilú; El pez de Taharoa, una sugerente historia sobre un niño Rapa Nui;  y la leyenda Pica, la flor del desierto, sobre el origen del oasis de Pica en el norte de Chile.

Kai Kai, la cuidadora de las aguas es una hermosa reescritura del mito mapuche de Kai Kai Vilú y Treng Treng Vilú, creada por el poeta Rafael Rubio, e ilustrada por Raquel Echenique, a los que se suma la narración del actor Álvaro Rudolphy y la cuidada musicalización de Jorge Mercado.

Kai Kai, la cuidadora de las aguas. Ilustración de Raquel Echenique

El pez de Taharoa es una historia que nos traslada a los paisajes de Rapa Nui con las ilustraciones de Ignacio del Real y que nos habla sobre el cuidado y el respeto hacia los animales.

El pez de Taharoa. Ilustración de Ignacio del Real.

Pica, la flor del desierto se desarrolla en las áridas y coloridas tierras de una aldea prehispánica en el Desierto de Atacama, y nos narra el encuentro amoroso entre un soldado español y la hija del cacique del lugar. El texto de Bernardita Bravo, junto a la narración de Álvaro Rudolphy y las ilustraciones de Fabián Rivas nos explican cómo fue que el valle de Pica llegó a florecer.

Pica, la flor del desierto. Ilustración de Fabián Rivas

Piñoncito es una simpática versión criolla que se basa en el cuento de Pulgarcito, y que transcurre en la precordillera del sur de nuestro país, donde viven Catalina y Manuel, que ruegan todas las noches por tener un hijo. Su ruego es escuchado, y en primavera nace un niño tan pequeño como un piñón de araucaria. Las ilustraciones de Pedro Prado transportan al lector al diminuto mundo de Piñoncito.

El proyecto cuenta con dos cuentos contemporáneos escritos con la delicada pluma de la escritora chilena María José Ferrada, una de las mejores y más premiadas autoras de literatura infantil de habla hispana en la actualidad. 

En mi calle es una reflexión poética sobre la mirada de los niños, la observación de lo cotidiano y la experiencia de vivir en comunidad. Vibrantes colores acompañan esta historia ilustrada por el talentoso Daniel Blanco.

En mi calle. Ilustración de Daniel Blanco

La máquina de mirar estrellas nos cuenta sobre una pequeña niña que disfruta observando y aprendiendo los secretos del universo junto a su abuelo; secretos que se mezclan con la historia de su familia. Una relación llena de complicidad acompañada de las cautivadoras ilustraciones de Carmen Cardemil.

La máquina de mirar estrellas. Ilustración de Carmen Cardemil

Este interesante proyecto de cuentos digitales interactivos, desarrollado por Fundación Entrelíneas para el programa Viva Leer Copec y que cuenta con el apoyo de la Ley de Donaciones Culturales, es una posibilidad para fascinar con la lectura a niños y niñas entre 3 y 10 años, de entretenerse en familia durante la cuarentena y de ofrecer un material literario de alta calidad para los colegios y jardines infantiles en tiempos de educación a distancia.