Te Atamira Gallery, en Queenstown, Nueva Zelanda, es el lugar que acoge las nuevas obras «Isla y Topografías del Agua» del artista chileno Máximo Corvalán-Pincheira y «Soft Borders Lifting», «Because the Magnetism of Connection» y «How can you go through me?», de Alys Longley. Ambos forman parte de 'Notas en la frontera, Notas en el río, Notas desde el océano' que reúne a artistas de Aotearoa (nombre maorí de Nueva Zelanda) y Chile.
Este jueves 6 de noviembre se inauguró la nueva exposición del artista chileno Máximo Corvalán-Pincheira y la artista de Nueva Zelanda Alys Longley en Te Atamira Gallery, Queenstown, Nueva Zelanda.
El recinto alberga las nuevas obras: «Isla y Topografías del Agua», de Máximo y «Soft Borders Lifting», «Because the Magnetism of Connection» y «How can you go through me?», de Alys Longley. «Porque la vida se forma a partir de la fractura / Because life is formed by fracture».
Los artistas forman parte de “Notas en la frontera, Notas en el río, Notas desde el océano“, iniciativa que reúne a artistas de Aotearoa (nombre maorí de Nueva Zelanda) y Chile cuyas colaboraciones trazan los frágiles y duraderos lazos de amistad que trascienden océanos, idiomas y geopolítica.
Esta exposición destaca la vitalidad de las conexiones entre América Latina y el Pacífico Sur, así como las posibilidades únicas de cruzar de sur a sur a través del océano Pacífico, tanto en el momento contemporáneo como a lo largo del tiempo.
Isla y Topografías del agua
De Máximo Corvalán-Pincheira
En la exposición que inauguró el jueves en el espacio Te Atamira Gallery, el artista instala el objeto con el que realiza la performance: Balsa-Invernadero junto con un video de entrevistas, un video de la documentación de la performance y 19 mapas intervenidos de Nueva Zelanda.
Este proyecto se presenta en dos partes complementarias: una intervención gráfica sobre mapas y una performance en el lago que luego será proyectada en la galería como video instalación.
1.Topografías del agua
Galería Altamira – Queenstown, Nueva Zelanda
La primera parte consta de 16 mapas de Nueva Zelanda intervenidos con corrector líquido y acrílico blanco. En ellos, el artista cubre toda la masa terrestre —ciudades, rutas, nombres— dejando a la vista únicamente los cuerpos de agua: ríos, lagos, glaciares y el océano. Este acto de borrar lo sólido para resaltar lo líquido transforma la cartografía oficial en un sistema circulatorio visible, como si se revelara el sistema nervioso o rizomático del territorio.

El uso de corrector, un material asociado al error, a la censura o a la corrección, introduce una capa crítica: se tapa para mostrar lo que suele ser invisible, pero esencial. El resultado es una geografía fantasmática donde el agua se vuelve protagonista, revelando una red de vida, memoria y conexión que atraviesa la isla.
En los mapas puede seguirse el recorrido del agua desde el lago Wakatipu en Queenstown (lugar donde se ubica la galería). El lago fluye hacia el río Kawarau, que a su vez desemboca en el río Clutha, hasta alcanzar finalmente el océano Pacífico Sur, todo ello a través de una extensa red fluvial. Esta corriente sugiere una posible conexión poética con otros territorios insulares y continentales, como Rapa Nui o Chile, insinuando una forma de comunicación que trasciende las fronteras políticas: una comunicación profunda, biológica y espiritual.
2.Performance: Isla
La segunda acción del proyecto es la performance “Isla”, realizada en un lago Wakatipu. Se trata de una estructura flotante —una especie de invernadero navegable— habitada por plantas que crecen tanto en Aotearoa como en Rapa <
Las plantas conforman un punto de encuentro biológico entre territorios distantes pero interconectados, reforzado por los lazos lingüísticos, genéticos y culturales entre los pueblos maorí y rapanui, cuyas lenguas pertenecen a la misma familia austronesia. Al desplazarse por el lago Wakatipu, el artista dibuja imaginariamente un triángulo que conecta biológica y culturalmente estos territorios.
Refugio
En el interior del invernadero se proyectan entrevistas con Macarena Oñate, Stan Conrad y Margaret Stevenson, quienes reflexionan sobre la hospitalidad, la generosidad cultural y la memoria de los conocimientos tradicionales.
Esta isla mínima flota como un refugio nómade, una cápsula translúcida de cuidado, una arquitectura viva que transporta fragilidad en estado de resistencia. Funciona como tórax protector, como cuerpo que resguarda lo esencial: la vida, la memoria y la posibilidad de cuidado en movimiento. En esta estructura flotante se proyectan dos entrevistas, grabadas con personas maoríes y rapanui, que reflexionan sobre la hospitalidad como principio ético, la generosidad cultural y la urgencia de abrirse al otro, ya sea humano o no humano, visible o invisible.
Dispositivo de escucha y proyección
Durante la performance, la instalación navega por distintos puntos del lago al caer la noche, activándose como dispositivo de escucha y proyección. Las voces se amplifican desde la propia balsa, pero también pueden oírse desde la costa mediante altavoces o a través de un código QR, creando una ecología acústica expandida que conecta el entorno natural con una dimensión afectiva y política.
La obra también remite a una experiencia personal y profunda del artista: la migración. Máximo Corvalán-Pincheira fue refugiado político durante los primeros 17 años de su vida, a raíz de la dictadura militar chilena. Su infancia transcurrió entre Bogotá, Berlín, La Habana y Ciudad de México, territorios donde el hogar debía ser reconstruido una y otra vez. Ese desplazamiento forzado —esa condición de vivir en tránsito— se materializa aquí en el gesto de convertir el trayecto en territorio afectivo, como el molusco que arrastra su concha o la planta que echa raíces móviles.
Así, la instalación se convierte en metáfora del cuerpo migrante, humano o vegetal, que carga su hogar consigo y resguarda lo vital en una arquitectura mínima y móvil. El gesto se vuelve ritual: cultivar en movimiento, cuidar en tránsito, recordar desde la fragilidad.
Cartografía poética del sur global
La performance es parte de una serie de acciones anteriores del artista en cuerpos de agua, como el Lago General Carrera en la Patagonia chilena y el río Taehwa en Ulsan, Corea del Sur. Juntas conforman una cartografía poética del sur global, donde el agua funciona como archivo líquido, frontera porosa y vía de conexión, configurando un mapa emocional y político donde el desplazamiento no es pérdida, sino una forma de cuidado.
Una vez realizada la performance, se presentará en la galería Te Atamira el invernadero con sus entrevistas y la documentación de la acción, en diálogo con los mapas intervenidos. De este modo, se establece una relación entre la representación del agua como lenguaje cartográfico y su experiencia como territorio afectivo, móvil y compartido.
Alys Longley
Las nuevas obras de Alys Longley, «Soft Borders Lifting», «Because the Magnetism of Connection», «Because Life is Formed by Fracture» y «How can you go through me?», presentan una serie de obras que se acercan de forma inusual al espectador.
Obras
How can you go through me? es un libro de artista largo, con forma de acordeón, diseñado para ser sostenido y movido en el espacio, realizado en colaboración con el artista chileno Francisco González Castro.
Soft Borders Lifting es un dibujo a doble cara a gran escala en forma de dos juegos de 18 cartas, que invita a los visitantes de la galería a crear casas, organizar y «dar la vuelta» a las superficies. La superficie es fundamental en estas obras, que presentan pizarras en miniatura de colores con dibujos al pastel que evocan un lenguaje poético, apenas legible, en una cara, y estampas cianotípicas en la otra.
«Because the Magnetism of Connection» presenta una serie de mapas reciclados de una exposición anterior con Corvalán-Pincheira en el MAC (Museo de Arte Contemporáneo de Santiago) en forma de dibujos con forma de antiguos rollos de pianola que caen en cascada sobre una mesa en la que los visitantes pueden sentarse, de modo que el espectador experimenta la caída de los mapas desde el techo de cuatro metros de altura hasta la proximidad de su cuerpo.
Reflexión
Longley pide a los visitantes de la galería que reflexionen sobre cómo la organización del dibujo en forma material puede ser una especie de poesía espacial. Su trabajo se extiende a obras poéticas a gran escala, tanto en español como en inglés, a ambos lados de las ventanas del espacio de la galería, que reflexionan sobre el viaje del movimiento a través de los idiomas. Esto incluye la facilitación de una exposición virtual realizada en colaboración con el estudio DotDot Creative, con sede en Nueva York.
Cualquier persona con conexión a Internet puede acceder a esta exposición virtual en este enlace a su web.
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