Hace un año el cortometraje chileno “El Niño y la Montaña” inició su recorrido por festivales de cine del mundo, y hasta la fecha, ya acumula 61 premios y más de 180 selecciones en 40 países, principalmente Estados Unidos e India.
La cifra, de acuerdo a sus realizadores, se sitúa como el título más galardonado en la historia del cine chileno.
La obra está dirigida por el cineasta nacional Santiago Aguilera, y fue realizada en 3D por el estudio de animación Postón. La música corresponde a Miranda y Tobar y la producción ejecutiva fue del montañista y coach empresarial, Hernán Leal.
La historia central del cortometraje se inspira en el libro “Las Montañas que llevamos dentro”, escrito por Leal, donde narra parte importante de su propia vida.
El cortometraje nos presenta a “un niño soñador con una gran imaginación y muchos problemas de rendimiento en la escuela. Sus padres le piden poner los pies en la tierra, para poder rendir en lo académico”, se lee en la descripción.
“Durante los 11 minutos que dura la historia, el niño se convertirá en adulto y veremos cómo logra compatibilizar sus sueños e ideales con lo que siempre esperaron sus padres de él”, agrega.
El tráiler lleva más de 100 mil reproducciones, con una historia que busca “inspirar tanto a niños, como jóvenes y adultos a identificar y perseverar en metas y objetivos de vida, sin perder las ilusiones de la infancia”.
Hernán Leal: “Con estos galardones estamos seguros de que podemos ir a pelear un Oscar el 2022 y para allá vamos. Nunca antes un cortometraje chileno había ganado tantos premios en tan poco tiempo”.
Por su parte, Santiago Aguilera, cineasta del estudio audiovisual Postón, comentó que dirigir este cortometraje fue “una gran experiencia y todo un desafío. También me encantaron los mensajes que tiene la historia sobre la perseverancia, el esfuerzo, el respeto a la familia y a la educación. En momentos cruciales de nuestras vidas, estas enseñanzas nos ayudan y apoyan a superar estos momentos complejos o críticos”.
El pasado 3 de abril, Hernán Leal partió rumbo a una nueva aventura. Tras alcanzar dos veces la cumbre del Everest, ahora va en busca del Makalu, la quinta montaña más alta del mundo, y anhela convertirse en el segundo chileno en lograr esta hazaña, una de las más complicadas por lo hostil de sus laderas y lo traicionero del clima.