Se acerca nuevamente una elección municipal y con ella aparecen un sinfín de candidatos a las alcaldías locales. Empiezan a circular diagnósticos certeros sobre seguridad ciudadana, instalación de semáforos y lomos de toro, cuidado de áreas verdes e iluminación de veredas; un verdadero catálogo de buenas intenciones y ofertas atractivas para que vecinos y votantes se decidan por uno u otro candidato.

Por Andrés Morales Zambra

En esta ecuación, la protección del patrimonio arquitectónico y urbano parece ser un interés “de nicho”, no generando réditos políticos inmediatos para las candidaturas. Así, el tema se pospone continuamente hasta nuevo aviso, pues siempre hay otras urgencias que abordar. Bien lo saben las empresas inmobiliarias, las cuales compran propiedades en silencio, aprovechando la soledad de la pandemia y la crisis económica latente, y continúan desarrollando proyectos de gran envergadura en lo que alguna vez fueron barrios armónicos y de enorme valor urbanístico.

En el caso de Ñuñoa, la situación respecto al patrimonio arquitectónico es crítica. La falta de interés por parte de la actual administración –en manos de Andrés Zarhi (RN)- para identificar y proteger el patrimonio comunal, reflejada en el fracasado y flojo intento por incluir nuevos Inmuebles y Zonas de Conservación Histórica en la modificación n.º 18 al Plan Regulador Comunal (PRC), tiene a la comuna a libre disposición del mundo inmobiliario, pues las normas continúan siendo laxas y la fiscalización prácticamente nula. En ese sentido, si bien el haber rebajado las alturas máximas permitidas es un avance, es totalmente insuficiente si finalmente las casonas históricas locales pueden ser demolidas por no tener una protección patrimonial adecuada para cada caso.

En términos administrativos, Ñuñoa cuenta con un Departamento de Cultura, Patrimonio y Turismo, perteneciente a la Dirección de Desarrollo Comunitario (DIDECO), el cual intenta, con sólo dos funcionarios y casi sin recursos, avanzar en algún tipo de reconocimiento del patrimonio material e inmaterial de la comuna. Además, la vinculación forzada del turismo al patrimonio, como si fuese la única alternativa para transformarlo en una actividad económicamente sostenible, es un arma de doble filo. Bien lo saben en ciudades como Barcelona y Venecia, arrasadas por el turismo a gran escala al punto de estar al borde de perder su identidad y de transformarse en fachadas escenográficas y vacías de contenido, lo cual ha llevado a que sus administraciones locales comiencen a instaurar normas más restrictivas respecto al uso turístico que puede darse a los distintos distritos, resguardando de algún modo la vida de barrio y la calidad de vida de los residentes.

Las comunas de Santiago y Providencia, vecinas a Ñuñoa, han abordado el tema patrimonial de distinta forma. Santiago, por un lado, cuenta con un Plan Regulador que reconoce 1.357 Inmuebles y 18 Zonas de Conservación Histórica, mientras que Ñuñoa cuenta con apenas 5 Inmuebles y 1 Zona de Conservación Histórica. A nivel administrativo, cuenta con una Subdirección de Patrimonio que depende de la Secretaría Comunal de Planificación, donde se vincula el trabajo de organizaciones comunitarias ligadas al patrimonio con las instituciones relacionadas al tema.

Por otro lado, Providencia creó bajo el mandato de Josefa Errázuriz (IND) la Dirección de Barrios, Patrimonio y Turismo, a la cual se le eliminó posteriormente el “turismo” de sus áreas de trabajo, pasando a ser solamente la Dirección de Barrios y Patrimonio. Esta dirección cuenta con un Departamento de Gestión Patrimonial de Barrios, encargado de investigar y conservar el patrimonio cultural y natural de la comuna, especialmente de sus zonas protegidas legalmente.

¿Cuáles son, entonces, las propuestas de los 5 candidatos a la alcaldía de Ñuñoa para abordar la problemática patrimonial de la comuna? A continuación, se presentan sus propuestas concretas respecto a este tema, ordenados alfabéticamente:

Guido Benavides (RN)

El candidato no entregó ninguna propuesta para abordar el tema patrimonial en la comuna.

Rodrigo Maureira (UP)

El candidato no entregó ninguna propuesta para abordar el tema patrimonial en la comuna.

Alejandra Placencia (PC)

La candidata propone la creación de una Mesa Intersectorial de Políticas Públicas en el territorio comunal, que actúe como consejo consultivo y asesor, que tiene por objeto realizar una planificación integrada de planes y programas municipales, incorporando plenamente a las organizaciones de la sociedad civil. En términos patrimoniales, esta mesa de trabajo abordaría los siguientes temas:

1. Actualización del Plan Regulador Comunal con un criterio de sustentabilidad, conservación del patrimonio y participación ciudadana.

2. Potenciar la Entidad de Gestión Inmobiliaria Social (EGIS) Municipal existente para el mejoramiento de viviendas y de espacios públicos, tanto patrimoniales como no patrimoniales.

3. Creación de una Unidad de Asistencia Técnica para asesorar a las vecinas y vecinos en el mejoramiento de sus viviendas, tanto las ubicadas en zonas patrimoniales como las del resto de la comuna.

4. Proyecto de recuperación del Estadio Nacional para Ñuñoa, reutilizando sus espacios públicos con fines ecológicos. También se plantea recuperar la memoria que aborda el tema de Derechos Humanos en el Estadio.

5. Fortalecer la Unidad de Patrimonio existente en el municipio con un plan estratégico y presupuesto propio, con el fin de apoyar a la comunidad para el desarrollo de las zonas típicas de la comuna.

Emilia Ríos (RD)

La candidata propone las siguientes acciones:

1. Elevar el Departamento de Patrimonio a la categoría de Dirección de Patrimonio, con mayores atribuciones y personal para su mejor desempeño.

2. Continuar el trabajo que quedó pendiente de catastro social de patrimonio comunal, con el fin de identificarlo y resguardarlo adecuadamente, ya sea vía Plan Regulador o declaratoria de Consejo de Monumentos Nacionales.

3. Asesoría directa a los propietarios de bienes patrimoniales para la postulación a fondos y vinculación con el mundo privado.

4. Plan de recuperación y resguardo patrimonial, que incluya fondos comunales para la protección de sitios patrimoniales, con énfasis en propietarios residentes con dificultades de acceso a financiamiento, en particular en Zonas Típicas.

5. Levantamiento de una Ruta comunal de la Memoria y los Derechos Humanos, con apoyo para su preservación y actividades de difusión.

Juan Pablo Sáez (DC)

El candidato, el cual responde a través de la agencia Vital Comunicaciones, especializada en marketing digital y trabajo en Redes Sociales, propone que se necesita avanzar desde la protección hacia la proyección de los monumentos de la siguiente forma:

1. Estudiar declaratorias de Zonas Típicas para el Parque Juan XXIII, la población Elías de la Cruz y la zona de Plaza Zañartu.

2. Se diseñará un programa de recuperación mediante diversas formas de financiamiento, como la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo, el Gobierno Regional y a través de la Ley de Donaciones Culturales.

3. Declarar como monumentos históricos el Instituto Bacteriológico, el edificio consistorial ubicado en la Plaza de Ñuñoa, el convento de las carmelitas en Av. Pedro de Valdivia, la iglesia Santa Gema y la Parroquia Nuestra Señora del Carmen en la Plaza de Ñuñoa.

Breve análisis de las propuestas

Analizando las propuestas recién expuestas, notamos que 2 de los 5 candidatos no tienen propuesta alguna respecto a la problemática patrimonial de Ñuñoa (Benavides [RN] y Maureira [UP]). La propuesta del candidato Sáez (DC) demuestra un desconocimiento del funcionamiento administrativo en cuanto a la protección del patrimonio, no diferenciando entre las protecciones a nivel comunal, establecidas en la Ley General de Urbanismo y Construcciones y materializadas en los Planes Reguladores Comunales, y las protecciones a nivel nacional, realizadas a través del Consejo de Monumentos Nacionales, además de no incluir ninguna propuesta para una reorganización administrativa del municipio que permita gestionar de mejor manera el patrimonio comunal.

Las candidatas Placencia (PC) y Ríos (RD) demuestran conocer la situación actual del estado del patrimonio arquitectónico y urbano de Ñuñoa, así como los problemas administrativos internos que el municipio tiene actualmente respecto a este tema. Ambas propuestas son similares, siendo fundamental la modificación del Plan Regulador para reconocer el patrimonio a través de Inmuebles y Zonas de Conservación Histórica. Además, ambas fomentan la vinculación entre los organismos públicos y los propietarios de inmuebles patrimoniales a través de diferentes estrategias, de modo que la conservación de sus viviendas sea sostenible económicamente en el tiempo.

La propuesta de Placencia de fortalecer la EGIS Municipal es una oportunidad para aprovechar las entidades existentes en el Estado y utilizarlas para el bien de la comunidad. Por otro lado, la propuesta de Ríos para levantar una ruta de Derechos Humanos y Memoria en todo el territorio comunal vendría a saldar una deuda histórica con el pasado reciente y doloroso de nuestro país. Sin embargo, la gran diferencia entre ambas candidatas es la propuesta concreta de Ríos para elevar el pequeño Departamento de Patrimonio de la DIDECO a una Dirección de Patrimonio, con recursos propios y capacidad de gestión autónoma, tal como se hizo en la vecina comuna de Providencia. Darle al cuidado del patrimonio esta categoría es una manera de reconocer su importancia para la comunidad y ayuda a que la gestión del mismo sea más eficiente.

En estos tiempos inciertos, entre la crisis social y la pandemia que no da tregua, pensar en que Ñuñoa puede continuar siendo una comuna bella y armoniosa nos da algo de esperanza. Aún quedan zonas que, si se gestionan de buena manera, pueden transformarse en grandes núcleos urbanos, donde una densificación equilibrada puede perfectamente convivir con la conservación del patrimonio. Espero que el nuevo alcalde –o alcaldesa- pueda materializar estas propuestas y lograr así un municipio moderno y a la altura del siglo XXI, dejando atrás décadas de abandono y mala gestión.