Una incursión al corazón de la cultura chilena plantea esta propuesta escénica en vivo, anclada en mitos, historias orales, payas contemporáneas, diálogos entre mujeres apasionadas y un punto de vista que, incluso, altera el género de los protagonistas de un relato tradicional-patriarcal.

Por Leopoldo Pulgar Ibarra

Desde su título, “La Taguada” avisa que mirará de una manera distinta un fragmento épico-poético del pasado (1830), la contienda en versos y guitarra en mano, hasta que haya un vencedor, entre el Mulato Taguada y el terrateniente Don Javier de la Rosa.

En esta versión digital, el director Luis Barrales (“Xuárez”) adapta “Taguada”, del escritor y narrador oral Andrés Montero (“Tony ninguno”), cuya mirada es un primer paso en esta nueva forma de relatar la historia.

Ya en escena, la obra se fortalece con dos dúos artísticos que complementan sus talentos: las actrices Claudia di Girolamo y Paula Zúñiga, y los payadores chilenos Manuel Sánchez y Moisés Chaparro.

Entre los cuatro desarrollan un relato profundo, entretenido, emotivo y conflictivo que, más allá de la anécdota, revela la rígida y desequilibrada estructura sociocultural y política de nuestro país, forjada desde el nacimiento de la nación.

Voces complementarias

Fundamental es el primer recurso que utiliza “La Taguada”, con Paula Zúñiga y Claudia di Girolamo como mujeres descendientes del Mulato Taguada y de Javier de la Rosa, respectivamente.

Situadas en cada extremo del escenario en pantalla, un espacio íntimo y hogareño, ornamentado con artesanías, conversan sobre algunos misterios de sus historias familiares.

https://www.biobiochile.cl/noticias/artes-y-cultura/actualidad-cultural/2020/09/16/critica-de-teatro-canibal-el-animal-humano-en-decadencia-reactiva-crueldad-y-ferocidad.shtml

Paula Zúñiga defiende la naturaleza humilde de inquilino del Mulato Taguada, su ancestro, mientras que Claudia di Girolamo no niega el carácter patronal de Javier de la Rosa, su antepasado.

En este diálogo intenso y comprometido cuestionarán también el fondo del mito, la mirada machista propia de una época con resabios coloniales: que durante una noche de San Juan, Taguada y De la Rosa se sentaron a payar 96 horas para dirimir quién se quedaba con el amor de una mujer.

Ellas revisan el pasado no sólo a partir de ciertos antecedentes que descubren, sino desde la realidad de los conflictos sociales de hoy y las ideologías que las sustentan, con sus cuotas de abusos y privilegios que han permanecido en el tiempo.

Entonces, emerge el carácter de clase de la confrontación Taguada-De la Rosa, diluyendo lo romántico como motivación central, junto con valorar las sucesivas olas de lucha social frustradas, presentes en la historia de Chile.

Zúñiga y Di Girolamo, extrayendo información desde los cuadernos que cada una esgrime, mueven desde sus rincones todas sus fuerzas espirituales, físicas y emotivas para encontrar un camino hacia la verdad.

Entre ella queda el espacio para una amplia pantalla con la media cara indígena en un borde como referencia y testigo del relato, desde donde los payadores Sánchez y Chaparro batirán el aire con guitarras, voces y versos campesinos de mirada contemporánea, en contrapuntos decisivos que derrochan ingenio, habilidad y certezas.

Las mujeres protagonistas sólo quieren ser lo que de verdad son y saber cómo se entrecruzan sus vidas sin omitir nada de un pasado construido, a propósito, con un manto de neblina espeso que protege los secretos familiares.

La Taguada, Teatro UC (c)

Hijos e hijas

La propuesta escénica tiene la audacia de plantear otro recurso esencial en el proceso de re interpretación del mito, cuando plantea como posible que Taguada fue una mujer en relación afectiva con De la Rosa.

O que el duelo de payas original se debió a que el Mulato tuvo un hijo con la hija del hacendado, por lo que el patrón ocultó a la muchacha, mientras que al nieto lo habría enviado, años después, a morir en la guerra.

En todo este proceso de reconstrucción de la historia las mujeres se aman y se odian y, aunque no buscan imponerse a la otra, se juegan por sus razones.

Y sienten que esta tragedia tiene un carácter personal, familiar y nacional que Paula Zúñiga-Taguada sintetiza al saber que recibió un sepulcro como única herencia: que “los cementerios son como el mar de la historia” del país.

Mitos sobre mitos generados, a través del teatro, la música, el canto popular y los relatos orales que forman parte de la Historia Social del país, en una propuesta digital de alto nivel artístico y sentido.

Zoom. Teatro UC Virtual.
Transmisión en vivo.
Jueves a sábado, 20.30 horas.
Entrada general: $ 4.300; Súper Jueves $ 2.300 (Ticketplus). Hasta 3 de octubre.