El gobierno interino de Bolivia todavía no define qué destino tendrá un museo en honor del expresidente Evo Morales, inaugurado en 2017 en un remoto e inhóspito paraje de Los Andes y que es deficitario por falta de visitas, informó este martes una fuente oficial.

La ministra de Culturas, Martha Yujra, indígena aymara igual que Morales, dijo a la privada radio Líder97 que se consultará con los bolivianos el destino de la edificación, que costó 7 millones de dólares.

Sus costos operativos son de 13.000 dólares mensuales (9,8 millones de pesos chilenos) y sus ingresos a apenas 459 dólares.

La ministra aseguró que se utilizará un mecanismo “más o menos como un referéndum”.

“Algo tenemos que hacer”, dijo sobre el museo, que alberga miles de regalos recibidos por Morales en sus casi 14 años de gobierno. “No nos sirve, no tiene ningún beneficio”, agregó.

El llamado Museo de la Revolución Democrática y Cultural, que ocupa casi 4.000 metros de superficie, cuenta la historia política, sindical y hasta deportiva del primer presidente indígena de Bolivia, que renunció en noviembre pasado tras perder el respaldo de los militares en medio de una fuerte crisis social.
El exmandatario se asiló primero en México y luego en Argentina.

El recinto alberga también la historia de los aborígenes andinos, la conquista española, la república y su exclusión por la élite blanca y mestiza, además de sus luchas emancipadoras.

Una sala del Museo de la Revolución Democrática y Cultural | Aizar Raldes | AFP
Una sala del Museo de la Revolución Democrática y Cultural | Aizar Raldes | AFP

El museo está en una región muy alejada, a 160 km de Oruro, la ciudad más cercana, y a casi 400 de La Paz. Está emplazado en la comarca de Isallavi, en el poblado de Orinoca, de 600 habitantes, en el altiplano sur del país y a 3.700 metros de altitud. En este lugar nació Morales hace 60 años.

A raíz de una sequía, la familia de Morales migró al trópico del Chapare (centro del país), donde Evo se hizo dirigente sindical cocalero y se catapultó a la política y luego al poder.

Por el momento, el gobierno interino boliviano no sabe exactamente qué hacer con la suntuosa construcción. “Finalmente lo que decida el pueblo haremos”, sostiene Yujra, que admite que el museo pierde “bastante dinero”.

La exministra de Culturas, Wilma Alanoca, actualmente asilada en la embajada de México, comentó en alguna ocasión que el museo no fue edificado “para lucrar”.

El diputado de derechas Amilcar Barral comentó entonces que la inversión “no se recuperará ni en 625 años”.

Morales gobernó Bolivia desde enero de 2006 hasta noviembre de 2019.