Este jueves se estrena en Chile La odisea de los giles, la película que representará a Argentina en el Óscar y que tiene otra vez a Ricardo Darín como protagonista, aunque ahora acompañado por su hijo (Ricardo “Chino” Darín) y abordando uno de los procesos más complejos del país trasandino en lo que va de milenio: “la crisis del corralito”.
“Se va a encontrar con una historia que nosotros adoramos, que nos encantó, desde que la leímos por primera vez, en la novela, y por eso nos entusiasmó llevarla a un guion cinematográfico”, contó el intérprete a La Radio.
El libro es cuestión es La noche de la Usina, original de Eduardo Sacheri, y narra el trauma que sufrieron los trasandinos en 2001 cuando el gobierno decidió restringir la libre disposición del dinero que los ahorristas habían depositado en los bancos públicos y privados del país.
“Se van a encontrar con un grupo de personas sensibles, simples, trabajadoras y honestas, que tienen una brillante idea que es armar una cooperativa de trabajo, para darle vida al pueblo en el que viven: un pueblo chico de Buenos Aires. Y lamentablemente, se encuentran con aquella triste situación”, agrega.
Tras su debut en Argentina en agosto pasado, con otra crisis económica como telón de fondo, la película sobrepasó el millón y medio de espectadores. Todo un hito para una industria cultural que ha resentido la actual situación financiera.
En la trama, Darín y su hijo son parte de los nueve involucrados en la cooperativa. “(En un momento de la película), se encuentran con una serie de obstáculos, hasta que les llega la noticia de que alguien más había intervenido en esta especie de desfalco del que habían sido victimas. Eso los lleva a la conclusión de que si no hacen algo, nadie lo va a hacer por ellos”, agrega.
A pesar del tono dramático de la historia, advierte que el humor tiene un rol fundamental en el largometraje. “Contamos una historia de reparación que está plagada de humor y que no por eso no tiene profundidad y contenido. Porque, digamos, el humor es por las características de los personajes que completan el grupo, pero no se podría decir que la historia es muy graciosa”.
El filme, que también competirá por el Premio Goya (en representación de Chile va Araña, de Andrés Wood), fue estrenado a casi dos décadas del hito que narra, “un tiempo profundamente suficiente”, según Darín. “La distancia y el tiempo transcurrido permite que uno tenga una mirada, una perspectiva sobre eso, totalmente distinta al momento en que te está pasando la tragedia. El tiempo actúa como una especie de bálsamo, amortigua el dolor, la tragedia”, teoriza.
“No hay que olvidarse que no sólo fue un colapso financiero y económico: hay gente que perdió familiares, proyectos de su vida entera. Hay mucho dolor en lo que pasó en esa época. Nosotros supusimos con cierta lógica que había pasado un tiempo prudente”, sostiene.
Para el actor de Nueve Reinas y El secreto de tus ojos, la estafa, como concepto, es una sensación que hermana a las comunidades: “Si bien es una historia muy argentina, es difícil encontrar lugares en el mundo donde no haya grupos de personas que no se hayan sentido estafados. Eso convierte esta historia, que podría ser tildada de localista, en una absolutamente universal”, dice.
Sobre trabajar con su hijo, reconoce que Chino “está haciendo una carrera muy buena, un camino en la actuación, con sus propios mecanismos, sus propias herramientas, independizándose de la herencia que le puede acarrear el apellido. No sólo como actor, sino llevando este proyecto con nuestros socios… Fue un placer”, reconoce.
