El director de cine Jorge Olguín, fan confeso del trabajo de David Lynch y cultor del género de terror que explora desde asesinos en serie (“Angel Negro”) a la mitología de Chiloé (“Caleuche”) y los bosques de la Araucanía (“Gritos del bosque”), dice estar expectante del histórico estreno de la tercera temporada de “Twin Peaks” en televisión.
El próximo domingo 21 de mayo, con 25 años de maduración, David Lynch y Mark Frost regresan a revolver la caldera en un pequeño pueblo al noroeste de Washington donde la virginal Laura Palmer fue asesinada en misteriosas circunstancias.
Al alevoso crimen se suma la mitología críptica del director estadounidense también autor de “Blue Velvet”, “Mulholland Drive” e “Inland Empire” en una actualización de la serie que podría ser un interesante desafío para las nuevas audiencias, cree Olguín quien participa como conferencista del ciclo “Bestiario: Cine Club Nómade” dedicado a David Lynch en la escuela de Cine de la Academia de Humanismo Cristiano.
“Probablemente muchas personas esperen una estructura convencional, pero la gracia de Lynch es que hay muchos autores de series y películas populares que han reconocido las influencias de este director y que funcionan como grandes “imitadores” de la maestría de David Lynch. Esa maestría es algo que logra captar a un espectador se va a dejar llevar por las sensaciones y la atmósfera de una trama policial, un aura de misterio y personajes entrañables”, asegura el director de “Sangre eterna”.
Olguín declara que en su adolescencia quedó absorto por el relato de “Twin Peaks” en Canal 13 y que le costó identificar si estaba ante una serie policial, de misterio o fantástica. “Para mí era un universo en el que se creaba un fenómeno que seguía generando atmósferas una vez que se acababa el capítulo. Un efecto que seguía latiendo dentro tuyo y creando sensaciones, atmósferas y pesadillas”, cuenta.
Aclara que sus apreciaciones sobre el universo de Lynch son más de las de un fan que las de un crítico, pero que tiene confianza en que los nuevos espectadores del mito de “Twin Peaks”: millennials de la generación Netflix -más tolerantes con los relatos personales, con el revival emotivo de productos como “Stranger things” y amantes de las maratones de series- lograrán identificarse también con la producción de 18 capítulos que podrá verse a través de la señal Showtime.
“No hay que procesar el relato de Lynch linealmente. Hay que recordar que él filma sueños y pesadillas, así que lo mejor es dejarse llevar por la atmósfera y las sensaciones de sus obras. Creo que su influencia se va a expandir y volverá a generar ese efecto de culto de las primeras temporadas de “Twin Peaks” que cautivó a los treintones y a quienes somos cuarentones, pero en nuevas plataformas como el streaming. Por lo menos él ha dicho cuánto le fascina esta posibilidad”, agrega el director chileno.
¿Cómo te parece que ha envejecido el mito de Twin Peaks luego de 25 años de ausencia?
En plena forma. Sin duda es una producción influyente en la TV más allá de las convenciones de una serie. Se transformó en una obra particular y de culto inmediato, en un ícono popular mucho antes de la existencia de fenómenos virales. El crimen no resuelto de Laura Palmer se transforma en obra de arte en sí misma y subió el nivel para todo lo que vino posteriormente.
¿Cuál crees que es el valor de “descubrir” la obra de Lynch en los años universitarios?
Sin duda es un referente importante a nivel académico, pero independiente de su mirada particular, su trabajo construyendo imágenes es algo esencial para esos años formativos para cualquier estudiante sea en el ámbito audiovisual o artístico. Un referente obligatorio que está al mismo nivel de otros intereses como leer a Cortázar o a Edgar Allan Poe en esos mismos años, por ejemplo.
A la espera del estreno de “Twin Peaks”, la Escuela de Cine de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano ha programado jornadas de acercamiento a la filmografía de David Lynch donde se exhibirán durante el resto del mes obras fundamentales de David Lynch como el piloto de “Twin Peaks”, el documental “Lynch (One)” y el largometraje “El fuego camina conmigo” en la escuela de Cine.
