Acusasiones cruzadas se generaron entre dirigentes de la Asociación de Funcionarios Penitenciarios (Anfup) y de la Asociación de Suboficiales de Gendarmería (Ansog) en La Araucanía, en medio de la movilización por mejoras laborales que llevan adelante.
“Para hacer una lucha sindical hay que tener moral y no hay que ser vendido”, esas fueron las palabras que utilizó David Diocares, presidente de la Anfup en la provincia de Cautín, para referirse a las medidas que llevó acabo la Ansog luego de radicalizar la movilización que llevan adelante.
En la región, César San Martín, secretario general de la Asociación de Suboficiales de Gendarmería, era la única persona que se encontraba en huelga de hambre y por razones de salud, determinó no continuar con la acción.
Diocares criticó esta situación y dijo que en la Anfup no estaban enterados de esta medida, asegurando que la Ansog quebró un movimiento al descolgarse.
El secretario de la Ansog negó las acusaciones y señaló que la Anfup estaba enterada de la huelga de hambre, ya que en el protocolo de acuerdo que fue firmado al iniciar las movilizaciones, se determinó que las decisiones se harían en conjunto.
Las descalificaciones continuaron por parte de San Martín, asegurando que el PPD, partido en el que milita el presidente provincial de la Anfup, lo hizo adoptar esa postura para no “meter bulla” al Gobierno.
Acusaciones cruzadas que dejan en evidencia el quiebre que existe al interior de los funcionarios Gendarmería, al menos en La Araucanía, en donde los dirigentes no logran adoptar una postura clara.