Ni en La Moneda, ni al interior de la Nueva Mayoría existe consenso sobre las alternativas descartadas ayer en el Comité Político para destrabar la Reforma Laboral, luego de que el Tribunal Constitucional impugnara la titularidad sindical y la extensión de beneficios hace 27 días.

Este lunes, altas fuentes de Palacio habían confirmado que se desechó modificar el artículo 19 de la Carta Fundamental para compensar la objeción del TC, debido a los altos quórums que se requieren. Sin embargo, el planteamiento difiere de lo que hoy dijeron los dos principales ministerios que llevan adelante la discusión; Hacienda y Trabajo.

El titular de Hacienda, Rodrigo Valdés, afirmó que fueron tres las opciones que se desestimaron: la ley interpretativa, acudir a tribunales externos o congelar la ley.

Dentro de las alternativas que mencionó Valdés no está la Reforma Constitucional, cuyo rechazo fue planteado por la presidenta del Partido Socialista, Isabel Allende, al afirmar que “no tenemos los votos y también queda descartado no hacer nada y quedarnos como estamos”.

Por el contrario, durante esta jornada, la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, sólo descartó la posibilidad de una Ley Interpretativa afirmando que ésta “no tiene sentido”.

El Gobierno evitaría entrar en discusión sobre la Constitución, ya que al modificarla podría afectar el debate sobre la legitimidad del instrumento en pleno Proceso Constituyente y, por otro lado, implicaría un choque con la CUT.

Por otra parte, la incertidumbre sobre si el veto presidencial presentado será suspendido aún se mantiene. Sin embargo, Valdés aseguró que el proyecto no sería congelado.