Finalmente tenemos nuestras manos en el nuevo Doom, una serie de juegos icónica que finalmente ha recibido una “manito de gato” en el buen chilensis. Para nosotros, este es un juego que no te puedes perder, pero muchas personas todavía le tienen dudas –algunas que son entendibles- ya que modernizar este juego es una tarea titánica.
No solo les queremos asegurar que este juego es digno de tener el nombre de Doom, sino que es el mejor candidato a convertirse en el juego del año –o por lo menos el mejor FPS del año- gracias a estas 5 razones.
1. Pura acción, nada de tonterías
Lo que siempre ha caracterizado a Doom es la acción sin parar. No hay habilidades complejas que saber, niveles creados para pararte o puzles que simplemente están ahí para hacer que el juego dure más, solo estas tú, la horda de demonios que está sedienta de sangre y tu confiable escopeta
Es una de las cosas que hace que el nuevo Doom resalte de todos los juegos de disparos modernos. En la gran mayoría de ellos tienes un tutorial que dura por lo menos los primeros 10 a 30 minutos, pero aquí simplemente te tiran de cabeza a la acción. Debes comenzar inmediatamente a disparar, golpear y masacrar a tus enemigos para garantizar tu supervivencia, aun en los niveles más fáciles.
No es injusto, ni tampoco es tan difícil que no podras pasarlo, pero cada momento se siente como que de hecho te estan tirando un reto y las cosas van escalando de manera natural. Mientras más pareces ser un peligro para la misión de estos monstruos, más alocadas son las cosas que te tiran encima.
Dicho eso, el juego tiene un montón de cosas extra que puedes desbloquear mientras avanzas que te harán la vida un poco más fácil, incluyendo mejoras para tus armas y tu armadura, pero nunca se sienten como cosas que debes obtener sí o sí, y siempre prima tu acción y habilidad por sobre todo.
2. Lo viejo y lo nuevo, cambiado a la perfección
Una de las grandes preocupaciones que todo el mundo tenía sobre este juego era si iba a ser “modernizado” demasiado, después de todo vivimos en un mundo “post – Call of Duty”, donde parece que cada shooter en primera persona necesita tener vida regenerativa, pero el gran equipo en ID Software supo cómo medirse, utilizando solo lo necesario.
La jugabilidad de este Doom toma la acción rápida del original y la mezcla con nuevos elementos como mapas que tienen más niveles verticales, mejoras a las armas que puedes obtener de manera progresiva y “Challenges” que constantemente te dan razones para experimentar con tu estilo de juego. No te fuerza a salirte de lo que te acomoda, sino que te da buenas razones para experimentar con nuevas ideas y explorar el mapa.
Esto termina creando un juego que se sienta bastante cómodo entre los clásicos juegos de disparo de los 90 con los juegos contemporáneos de 2016. Doom no tiene nada que envidiarle a estos títulos, logrando poner lo mejor de dos mundos en un solo gran pack lleno de disparos, sangre y destrucción que se siente fresco pero familiar. No necesitas haber jugado el Doom original para poder disfrutar esta nueva entrega, y si lo has hecho te sentirás en casa.
3. La historia y la jugabilidad coexisten sin problemas
Una de las cosas más interesantes del nuevo Doom es la forma en la que abordan la historia y como esta se mezcla con la jugabilidad sin entrometerse. Para todos los que querían entender el universo de Doom solo había pequeñas pistas aquí y allí sobre lo que había pasado en la base en Marte, quienes habían causado el desastre y el trabajo de nuestro protagonista, quien nunca tuvo –y todavía no tiene- un nombre, solo siendo conocido como el Doom Marine.
En este juego, hay pequeños diálogos y claves que te dicen todo lo que necesitas saber, y cualquier información extra que estés buscando se encuentra en pequeños archivos que vas encontrando a través de la campaña llamados Codex. Estos no te dicen nada que sea clave para entender la historia del juego, solo detalles extra que te ayudan a apreciar más el setting en el que te encuentras. Nunca se siente como algo que interrumpe al juego, ni tampoco se siente como que el juego desestima a los que buscan entender y aprender más del universo de Doom.
Las animaciones y reacciones del protagonista te dicen todo lo que debes saber de él sin que diga una sola palabra. Desde la forma en que destruye los monitores cuando le dicen lo que han hecho, abriendo el portal al infierno nuevamente y destruyendo todo el progreso que él había hecho para parar a los demonios de los juegos originales, hasta la forma en que juguetea con los coleccionables que encuentras en la primera etapa. Es un protagonista silencioso, pero no uno ausente.
4. Mapas enormes y secretos por todos lados
Parece que cada juego que sale hoy en día es un simulador de corredores, por lo menos en el ámbito de los shooter, lo que los hace extremadamente aburridos y metódicos, pero Doom toma el camino completamente opuesto, siguiendo los pasos de la versión original y entregándonos mapas enormes para explorar.
No solo eso, sino que existen también un montón de pequeños secretos escondidos por todas partes para los que se toman el tiempo de buscar en cada rincón. Desde referencias a juegos antiguos de ID como Commander Keen hasta el propio jefe de Doom 2, el Icon of Sin, están ahí listos para ser descubiertos.
Es un enorme contraste con todo lo que ofrecen otros juegos, y la forma en la que se presenta lo hace sentir como un sistema mucho más gratificante. Hay algo atrayente en poder explorar grandes mapas sin tener miedo a perderse, o incluso el poder tomarse el tiempo después de haber matado a todos los enemigos para recoger energía, balas y secretos que, en otros juegos, serian eliminados del juego para simplificarles la vida a los jugadores. Cada uno de estos te da o puntos para mejorar tus armas y armadura, pequeños modelos que puedes ver en el menú o entradas de codex que le dan más vida al juego.
5. Calidad por sobre cantidad
El punto más grande a favor de Doom es, honestamente, que todo esta muy bien hecho. La campaña del juego dura unas 10 horas, que es lo mínimo para ciertas personas, pero es una de las mejores experiencias para títulos de un jugador en este 2016. Cada etapa se siente fresca, creativa e ingeniosa, con retos en cada esquina y enemigos que te harán pedazos si no eres precavido.
Está todo hecho con una precisión quirúrgica, para darte la mejor experiencia sin poner trampas en el camino. Para algunos, el hecho de que la campaña de un solo jugador no dure tanto como la de las últimas entregas de Far Cry –por dar un ejemplo solamente- sea un problema, pero la experiencia se siente mucho más satisfactoria gracias a esta atención al detalle.
Es un juego que dan ganas de repetirlo apenas lo terminas, y con la cantidad de dificultades para escoger y coleccionables que hay para encontrar en todas partes, te das cuenta que tienes mucho que todavía por descubrir aun después de terminar la historia por primera vez.
Doom es un juego que recomendamos al 100%. Es entretenido, rápido y brutal. Si haz jugado la versión original o es la primera vez que ves esta serie, no dudes en por lo menos probarlo, no te arrepentirás.
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