Con preocupación y desconfianza recibieron en la Confech el anuncio realizado por el Gobierno en torno al ajuste presupuestario en educación y que significará un recorte de 68 mil millones de pesos, afectando principalmente a aquellos recursos que se habían destinado para la gratuidad en la educación superior y la entrega de becas.

Si bien la subsecretaria de Educación, Valentina Quiroga, afirmó que con la medida no se verán perjudicados los estudiantes que ya tienen estos beneficios, los dirigentes estudiantiles cuestionaron la decisión.

La presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago, Marta Matamala, puso en duda el rol de la ministra de Educación, Adriana Delpiano, respecto de las promesas que se han hecho en el marco del proyecto de educación superior, cuestionando incluso que se cumpla con el umbral del 60% de la gratuidad.

Para la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Camila Rojas, lo más preocupante es la falta de discusión que se ha dado en el ámbito educativo y que gran parte de los recursos que se destinan para la educación superior vayan a parar a la banca privada.

El diputado de Revolución Democrática, Girogio Jackson, calificó como una mala la medida del Gobierno el recorte e indicó que ninguno de los programas de educación debe ser postergado.

El rector de la Universidad de Santiago, Juan Manuel Zolezzi, también expresó su preocupación por la decisión del gobierno e indicó que ellos no sabían que el Mineduc estaba preparando un ajuste presupuestario, en el marco de las conversaciones que han tenido por el proyecto de educación superior.