China afronta este jueves su peor ola de frío en 30 años, con las escuelas cerradas y supermercados “asaltados” por miles de clientes ansiosos por hacerse con comida.

En la localidad de Yakeshi, en Mongolia interior (norte), se registraba una temperatura de -28°C el jueves por la tarde. El termómetro marcaba -19°C en Harbin, capital de la provincia de Heilongjiang (noreste) y de -17°C en Changchun, en la provincia vecina de Jilin.

“Me he puesto toda la ropa, ¡y todavía tengo frío!”, declaró a la televisión un habitante de Altai, en la región de Xinjiang (oeste), donde las temperaturas bajaron a -26°C.

“El viento es muy fuerte, y cuando sopla me quema la cara, es horrible”, añade.

El Centro Nacional Meteorológico prevé una caída suplementaria de la temperatura en diez grados en buena parte de China durante los cuatro próximos días, según un comunicado publicado en su portal web.

En total, el 90% del país más poblado del mundo sufrirá temperaturas negativas, según la agencia oficial Xinhua.

En Pekín se esperan 17 grados bajo cero el sábado, algo que no ocurría desde hace casi treinta años.

En unas fotos tomadas en los supermercados de Hangzhou, capital de la provincia costera de Zhejiang (este), y publicadas en internet, podía verse a cientos de clientes vaciando los anaqueles de carne y productos frescos.

Shanghái (este), capital económica del país, y Changsa, capital de la provincia de Hunan (centro), sufrirán también las temperaturas más bajas en 30 años, con previsiones de -5ºC este fin de semana.

Varias escuelas de Changsa cerraron sus puertas, adelantando varios días las vacaciones del Nuevo Año chino, anunció Xinhua, al igual que hicieron otros centros de Changzhou, cerca de Shanghái.