Todos queremos tener una casa limpia, y la cocina es sin lugar a dudas el lugar de casa al que destinamos más de nuestro valioso tiempo con el fin de dejarla reluciente.

La mayoría de nosotros usamos una esponja a la hora de lavar y limpiar los platos, pero, ¿has pensado en si esa famosa esponjita está lo suficientemente limpia?, probablemente no.

Philip Tierno, un microbiologo y patólogo de la Universidad de Medicina de Nueva York, enfatiza en el portal Tech insider, en lo sucio que este instrumento de limpieza puede estar. “La esponja habitualmente se usa para limpiar vegetales, jugos de carnes y todo tipo de alimentos que potencialmente poseen bacterias patógenas que se multiplican con el tiempo”, comentó.

Las esponjas, especialmente las que utilizamos a diario en la cocina, son focos ideales de cultivo de microbios porque les proporcionan un ambiente nutritivo, tibio y húmedo, junto con millones de restos de comida. Debido a esto, las esponjas albergan todo tipo de bacterias asquerosas, incluyendo estafilococo, salmonella, E. Coli y listeria. Todas ellas pueden causar graves enfermedades estomacales y a la piel.

Es por ello que enjuagarlas con agua y jabón no ayudará a limpiarlas realmente. Sólo ayuda a asearlas de manera superficial. La única manera de realizar ésta tarea exitosamente es someterlas a una sencilla solución de cloro.

La Receta

Necesitas un contenedor grande con tapa en el que puedas mezclar 1 parte de cloro y 9 partes de agua. Es decir, si utilizas 100 ml. de cloro, debes usar 900 ml. de agua. Desde luego la idea es que hagas una cantidad considerable para que la tengas a mano y te dure al menos una semana.

Debes procurar que la poción de limpieza esté bien mezclada antes de utilizarla. Luego, en un bol, debes disponer la esponja y cubrirla completamente con la mezcla.

Entonces, cada vez que termines de usar tu esponja, debes seguir el mismo procedimiento. La esponja debe estar sumergida idealmente unos 30 segundos en la solución.

vía Tech-insider

vía Tech-insider

De manera instantánea la solución acabará con los microbios y gérmenes. Tierno asegura que pese a ser tan simple, es a la vez tan poderosa que puede exterminar esporas de Antrax.

Una vez que la esponja es sacada del “remojo” se debe enjuagar bajo el chorro de agua para eliminar el exceso de cloro y tras esto, estará lista para usarse nuevamente.