“Muchas mujeres y hombres se sienten traicionados cuando descubren que su pareja pasa horas frente a una pantalla consumiendo sexo online. ¿Se trata realmente de un engaño o esta conducta puede leerse de otra manera, como un estímulo a la vida sexual, por ejemplo?”

Así lo afirma Valeria Schapira, experta en relaciones de Match.com, quien se refiere a este tema explicando que “hace no tanto, para poder ver una película XXX o comprar una revista erótica, había que trasladarse a un negocio especializado, a un cine del rubro o procurar el material en algún lugar dedicado a ello”.

En cambio, en la actualidad la tecnología el sexo está “a un clic”, lo que implica una serie de riesgos y beneficios al mismo tiempo.

“Son sobre todo mujeres quienes se quejan de que sus parejas dedican mucho tiempo al consumo de este tipo de productos y se sienten engañadas”, dice la experta.

¿Qué hacer si tu pareja consume ciberporno?

1. ¿Te sientes traicionado / a? No te desesperes. No lo / a encontraste en la cama con otra persona

Schapira dice que es probable que él o ella crean poder explorar nuevas prácticas en su vida personal viendo experiencias ajenas. Por lo mismo, recomienda aprovechar este “hallazgo” como una oportunidad para revisar qué está faltando en materia de comunicación entre ustedes. También en materia de comunicación sensual, claro. Quizás puedan abrir las puertas a encontrarse de una mejor manera.

2. ¿Notas cambios en su conducta?

Algunos especialistas consideran que el consumo de porno en exceso puede generar problemas relacionales, incitando al individuo al aislamiento e incluso a alguna disfunción sexual. Si crees que los cambios en él o en ella son notorios, puede que esté ante un problema de adicción al sexo. En estos casos, siempre es conveniente consultar a un especialista.

3. ¿Estás celoso / a?

Puede que lo que más te moleste o duela sea que tu pareja se excite viendo a otra mujer u hombre (que no eres tú). Y sobre todo, que pienses que está rompiendo el “contrato” entre ustedes viendo este tipo de cosas a escondidas. Seguramente estos episodios ponen de manifiesto un tema de fondo en materia de valores que sólo ustedes podrán resolver, con mucho diálogo y, si es necesario, con la ayuda de un terapeuta.

4. Dialoga con él (o con ella)

Muchos consumidores de pornografía desarrollan expectativas poco realistas en relación con la sexualidad y minimizan lo que les ocurre en el cotidiano. La construcción en la vida de una pareja de novios o de un matrimonio depende de mucho más que de acrobacias sexuales. Sean francos y, sin lastimarse – son temas muy sensibles que ponen en juego al amor propio – compartan qué les gustaría experimentar en materia erótica.

5. No “compres estereotipos: la vida no es una película

No a todos les gustan las mismas prácticas sexuales ni experimentar cosas todo el tiempo y el ciberporno puede llevar a la confusión. Incluso hay quienes sostienen que muchos de los films disponibles degradan a la mujer. Si miras esos materiales ten en cuenta que no promuevan la violencia de género o alguna práctica ilegal, por ejemplo.

6. ¿Probaron ver algo de a dos?

Si la pareja se encuentra en una meseta (o directamente sin actividad) en materia sexual, puede que ver cómo otras personas tienen sus encuentros estimule el día a día.

“El Universo del sexo pone en juego cantidad de cuestiones que hacen al ser y a la pareja. Consensuarlas con respeto contribuye al crecimiento de ambos”, concluye la experta.