Crecer y no reducirse. Ese es el lema que hoy tiene el histórico grupo minero-siderúrgico chileno CAP para hacer frente al temporal causado por el desplome de los precios del hierro.
En los últimos meses, la empresa ha sido foco de una serie de rumores sobre ventas de activos, entrada de inversionistas asiáticos y otros, justo en medio de un desplome de sus acciones, las que han caído 27% este año y 72% el año pasado, siguiendo a su vez al precio del hierro.
Este complejo escenario se originó por un exceso de stock de mineral de hierro en los mercados internacionales, dada la entrada de nuevas minas a nivel mundial, justo en momentos en que la tasa de crecimiento del consumo, fundamentalmente de China, caía.
Esto no sólo está afectando a CAP sino que prácticamente a todas las productoras de hierro a nivel mundial, provocando cierres de faenas e incluso quiebras.
Ante este escenario, la compañía chilena ha estado mirando el mercado atenta a eventuales posibilidades de compra, con el foco puesto en aumentar sus ingresos y diversificar sus fuentes productivas.
Así lo reveló una alta fuente de la compañía, quien planteó que, concretamente, han estado mirando potenciales adquisiciones en Australia, país en el que varias firmas han decidido cerrar temporalmente mientras pasa el chaparrón.
A esto se suma que CAP está observando la quiebra de algunas productoras que han sufrido crecientes pérdidas por la baja de precios.
Allí es donde están surgiendo oportunidades de adquisición de activos, que según reconoce la fuente, podría resultar en buenos negocios para la firma que preside Roberto de Andraca.
CAP cuenta con unos US$130 millones en caja, recursos que estaban pensados para desarrollar los proyectos de ampliación que no alcanzó a anunciar y que debió paralizar el año pasado cuando comenzó la caída de precios del hierro.
Además, tiene el respaldo de uno de sus mayores accionistas individuales, el grupo japonés Mitsubishi, que tiene liquidez y ganas de invertir en CAP, tal como lo hizo para concretar su proyecto Cerro Negro Norte en el que el grupo nipón ingresó con el 25% de la propiedad de CAP Minería.
Ello podría permitirle realizar una adquisición sin necesidad de aumentar significativamente su deuda, mejorando a la vez sus ratios al elevar sus ingresos -y eventualmente su Ebitdasin tocar la deuda.
Según la fuente, por ahora no hay ningún plazo para concretar una eventual operación, como tampoco es posible develar el nombre de la empresa o faena minera que está siendo seguida por la local.
Ayer, en el marco de la junta ordinaria de accionistas de CAP, sus principales ejecutivos descartaron que estén pensando en deshacerse de activos, tal como lo sugirió un reciente reporte elaborado por Banchile Inversiones y que lo daba como una posibilidad para hacer frente a la baja de precios que, según proyectan algunos analistas podría prolongarse por hasta cinco años más.
Donde sí están interesados es en invertir en energía, negocio al que ya entraron como socios de la planta solar Llano de Llampos, conocida también como Amanecer Solar CAP, una de las centrales fotovoltaicas más grandes del país.
La idea, según afirmó Fernando Reitich, gerente general de la empresa, es invertir no sólo en energía renovable sino que en cualquier otro tipo que sea eficiente y económica tanto para CAP como para el país.
“En el área de energía hay varias discusiones en curso, pero no tenemos una definición que podamos decir. ¿Renovable o térmica? Estamos estudiando todas las opciones de manera que sean un aporte para el grupo CAP y para el país”, aseguró.
Además, Reitich planteó que están pensando en ampliar su planta desaladora asociada al proyecto Cerro Negro Norte, con el que hoy venden agua a minera Caserones. Esto, una vez que consigan nuevos clientes.
En materia de costos, Reitich reconoció que están mirando una potencial paralización temporal de la mina El Romeral, situación que permitiría ajustar rápidamente los costos. Además, aseguró que se enfocarán en productos de mayor valor en el mercado como por ejemplo, la magnetita.