El regreso a clases implica para muchos padres la preocupación por esos indeseados piojos que se instalan en el cabello de sus hijos.
A pesar de que han mejorado los estándares y calidad de vida, sigue siendo un problema de salud pública a nivel mundial y nacional, según explica Teresa Cuevas Rodríguez, académica de la Facultad de Enfermera de la U. Andrés Bello. Para la enfermera, los “piojos” no reconocen barreras geográficas, socioeconómicas ni culturales.
La presencia del parásito es constante durante el año y se observa un incremento durante el primer mes de inicio del período escolar. Según detalla la profesional, la relación entre hombre y mujer es de 1 a 2 y su aparición no involucra necesariamente malos hábitos higiénicos. En efecto, el insecto prefiere los cabellos limpios para vivir. Es más frecuente en zonas urbanas o suburbanas, de preferencia aquellas sobrepobladas.
“Los piojos son parásitos que sobreviven solo 48 horas fuera del hospedero. El contacto directo ‘cabeza con cabeza’ es el principal mecanismo de transmisión, siendo el hacinamiento humano, factor clave en su propagación”, comenta la enfermera. También puede transmitirse por medio de peinetas, pinches, cepillos, sombreros, gorros, bufandas o aparatos de audio personales.
Existe un macho y una hembra, la cual es de mayor tamaño (2,4 a 4 mm.) y es quien pone los huevos (liendres) y el cemento para la fijación de éstos.
Los huevos, llamados liendres, son incubados por el calor corporal del hospedero, se ubican muy cerca del cuero cabelludo y generalmente se encuentra un solo ejemplar por pelo.
Tips necesarios
El diagnóstico se realiza con el síntoma clásico como el prurito o picazón y la identificación de las liendres y piojos.
La académica de la UNAB recomienda:
- Uso de sustancia pediculicida, en presentación loción o champú. Los principios activos más usados y disponibles en Chile son la piretrina y los derivados piretroides, entre otros.
- Cambiar y lavar la ropa de cama, peines y peluches, el lavado es con agua caliente sobre 60º C. y luego planchas la ropa de cama y otros con plancha bien caliente. Lo que no se pueda planchar se debe eliminar (elásticos de cabello, cepillos de pelo, entre otros).
- Ayuda la limpieza con aspiradora de alfombras, pisos y tapices.
- Respecto a indicaciones para prevenir el contagio, se detalla el lavado de pelo frecuente (tres veces por semana), no compartir peines, colet y sombreros.
- Revisar permanentemente los cabellos de los niños en etapa escolar.
- Es bueno conversar en las escuelas y jardines del tema e informar de la presencia de casos de pediculosis en los cursos y familia; niñas y niños con pelo largo se recomienda llevarlo tomado en sus actividades educativas y recreativas.
- En el caso de los niños con cabelleras largas es mejor mandarlos al colegio o jardín con el pelo tomado y con trenzas muy apretadas para que el cabello no roce la cabeza de algún pequeño ya contagiado con piojos.
- Desde muy pequeñas las niñas se acostumbran a llevar un cepillo o peineta en el bolso, ante esa situación hay que subrayarles a las menores que tales artículos son de uso exclusivo, pues una peine es un transporte seguro de piojos.
- Para los días en que el niño deba bañarse en el colegio hay que enviarle una toalla solo para el cabello y explicarle que son de su uso exclusivo.