La hipótesis de suicidio del fiscal argentino Alberto Nisman carece de sustento, dijo este jueves su ex esposa quien reiteró que el caso precisa de la intervención de un veedor de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA.
“Por su personalidad (Nisman) no tenía motivos (de suicidio). No admito esa posibilidad, incluso mucho menos con un arma de por medio”, dijo la juez Sandra Arroyo exesposa de Nisman quien apareció muerto en su apartamento con un disparo en la sien.
Cuatro días antes Nisman había acusado a la presidenta Cristina Fernández de encubrir a ex gobernantes iraníes que consideraba culpables del atentado antisemita de 1994 contra la mutual judeo-argentina AMIA en Buenos Aires que dejó 85 muertos y 300 heridos.
Arroyo reconoció a radio Vorterix que si fue un homicidio sería “algo muy sofisticado”.
“No están dadas las garantías para una investigación totalmente imparcial y por eso pedí un veedor[rae]” la semana pasada ante el Congreso, indicó la jueza que participó el miércoles de una multitudinaria marcha por el esclarecimiento del caso.
Una testigo convocada por la policía tras el hallazgo del cadáver para monitorear el procedimiento en el apartamento declaró este jueves ante la fiscalía a raíz de haber denunciado a la prensa irregularidades ocurridas aquella madrugada.
“Cualquiera fuere el resultado (de la investigación) lo importante es que la gente lo crea”, agregó la jueza.
Según los peritajes, el cuerpo sin vida de Nisman obstruía la puerta del baño, sin señales de haber sido arrastrado o resistido un ataque, en un edificio del exclusivo y custodiado barrio de Puerto Madero en Buenos Aires.
En 2006 Nisman, con respaldo del entonces presidente Néstor Kirchner (2003-2007), sacó la investigación de un empantanamiento, al acusar al expresidente Ali Rafsanjani, al excanciller Alí Velayati y al excomandante de las Fuerzas Al Quds y del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución, Ahmad Vahidi, entre otros.
En 2013, Cristina Fernández, quien sucedió a su esposo en la presidencia, firmó un acuerdo con Teherán para esclarecer el caso.
El objetivo era crear una comisión internacional de juristas, sin iraníes ni argentinos, para poder interrogar a los sospechosos. Nisman se opuso al entendimiento con el argumento de que no era la forma de esclarecer el hecho.
El 14 de enero, tras regresar sorpresivamente de un viaje por España con su hija mayor, Nisman acusó a Fernández de encubrir a los iraníes a cambio de recibir petróleo, aunque el crudo de Teherán es inutilizable en las refinerías argentinas.
Nisman también dijo que Fernández pidió anular los pedidos internacionales de captura de los sospechosos, pero Interpol lo desmintió.