Varios centenares de tumbas fueron profanadas en el cementerio judío de Sarre-Union (este de Francia), anunció el domingo el ministro del Interior, quien condenó “con la mayor firmeza” este “acto odioso”.
“La República no tolerará esta nueva herida” que afecta “los valores que todos los franceses comparten”, declaró Bernard Cazeneuve, sin dar precisiones sobre esta “profanación”.
“Se hará todo para identificar, detener y llevar a la justicia al o a los autores de esta ignominia“, aseguró.
Según el ministro, “ninguna violencia, ninguna manifestación de irrespeto ni de odio inspirado por todas las formas de racismo o de intolerancia religiosa fragilizará nuestra indestructible voluntad de vivir juntos, en libertad”.
Posteriormente, el primer ministro francés Manuel Valls, afirmó que la profanación es “un acto odioso y antisemita, un insulto a la memoria”.
No es la primera vez que un cementerio judío de Sarre-Union es profanado. En 1988, sesenta lápidas judías fueron volteadas, y en 2001, 54 tumbas fueron saqueadas.