El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este jueves por unanimidad una resolución que busca bloquear el financiamiento de los grupos yihadistas, entre ellos el Estado Islámico (EI).
Esos grupos que operan en Siria e Irak obtienen millones de dólares del contrabando de petróleo, del tráfico de antigüedades y de los rescates por secuestros.
El texto, presentado a iniciativa de Rusia, aliada de Damasco, fue copatrocinado por 37 países, entre ellos los principales protagonistas del conflicto sirio (Siria, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Irak, Irán y Jordania, entre otros).
La resolución pide a los Estados que congelen los haberes de esos grupos que combaten al régimen sirio, que no comercien directa ni indirectamente con ellos y que controlen el tráfico de camiones que pasan, sobre todo a través de la frontera turca.
La resolución extiende a Siria la prohibición de comercializar bienes culturales robados, que ya se aplicaba a Irak.
Según expertos, el grupo EI gana cerca de un millón de dólares diarios por la venta de petróleo a numerosos intermediarios privados. Pero esos ingresos se han reducido como consecuencia de los bombardeos de la coalición internacional anti-yihadista, que destruyeron refinerías y, sobre todo, a causa de la caída del precio del crudo.
La resolución incrementa la presión sobre los islamistas radicales, que según altos funcionarios estadounidenses comenzaron a perder terreno en Siria y están amenazados por una ofensiva terrestre del Ejército en Irak.