Los ucranianos votaron en favor de una solución pacífica del conflicto armado en el este del país, declaró el presidente Petro Poroshenko, tras sondeos a boca de urna que apuntan a una aplastante victoria de los partidos proocidentales.

El bloque del presidente y otros cuatro movimientos prooccidentales, entre ellos nacionalistas, obtuvieron cerca del 70% de los votos, según una encuesta realizada por tres institutos de sondeo.

“La mayoría de los electores se mostraron a favor de las fuerzas políticas que apoyan el plan de paz (…) e intentan encontrar medios políticos para solucionar el conflicto”, aseguró Poroshenko en una intervención televisada.

“Más de tres cuartas partes de los electores que participaron en este voto apoyaron de forma poderosa e irreversible la orientación de Ucrania hacia Europa”, añadió.

Estas elecciones renuevan el Parlamento de forma radical y acentúan el acercamiento de Ucrania a la Unión Europea.

Los comicios eran cruciales para esta ex república soviética que vive una crisis desde hace casi un año, cuando Viktor Yanukovich abandonó el poder presionado por la calle. Desde entonces, Rusia anexionó Crimea y el este del país se ha incendiado con las reivindicaciones separatistas de los rebeldes prorrusos.

El grupo de Poroshenko consiguió entre el 22% y el 23% de los votos. Su resultado es, sin embargo, inferior al 30% que vaticinaban los sondeos antes de los comicios.

El Frente Popular del primer ministro Arseni Yatseniuk llega en segundo puesto con el 21% de los votos y el movimiento Samopomitch, compuesto por jóvenes representantes de la sociedad civil y combatientes procedentes del este, ocupa el tercer lugar (13%).

Estos dos últimos partidos son partidarios de una mayor ofensiva armada contra los separatistas prorrusos en el este del país, donde unas 3.700 personas murieron en los combates desde abril.

Los nacionalistas de Svoboda y el partido de la ex primer ministra Yulia Timoshenko obtuvieron cada uno el 6% de los votos.

El principal partido prorruso, compuesto por ex aliados del antiguo presidente Viktor Yanukovich, consiguió entrar en el Parlamento con casi 8% de los votos, según la misma fuente.

El partido radical de Oleg Liachko, considerado como populista y sin orientación política clara, entró por primera vez al Parlamento con el 6% de los votos.

Por último, el partido comunista podría desaparecer de la asamblea, por primera vez desde el final de la Unión Soviética.

En Ucrania, la mitad de los escaños se reparten entre los partidos mediante el sistema proporcional. La otra mitad es para candidatos individuales elegidos mediante escrutinio mayoritario. El recuento de estos últimos toma más tiempo, lo que dificulta saber la composición exacta del Parlamento.

El presidente Poroshenko, elegido en mayo, convocó estas elecciones para pasar definitivamente la página del régimen prorruso de Viktor Yanukovich, derrocado a raíz de un movimiento de protesta prooccidental iniciado en noviembre de 2013, en el centro de Kiev.

Los comicios se celebraron mientras en el este del país continúan los enfrentamientos entre el ejército ucraniano y los rebeldes prorrusos, pese al alto el fuego decretado el pasado 5 de septiembre.

En Donetsk, principal feudo de los rebeldes, los habitantes no fueron a votar y esperaron las elecciones que los separatistas tienen previsto organizar el 2 de noviembre.

El nuevo Parlamento deberá votar reformas radicales para sacar a Ucrania de una profunda recesión, agravada por el conflicto en el este industrial. También tendrá que intentar acabar con una corrupción endémica y acercar el país a la Unión Europea.