Indignación causó el atentado explosivo que sufrió un local de comida en la estación del Metro Escuela Militar de Santiago ayer lunes, el cual dejó varias personas heridas de gravedad, y puso en jaque la seguridad de nuestro país.
Este acto terrorista, se viene a sumar a los numerosos atentados de bomba que se han producido este último tiempo en la capital de nuestro país. Estos hechos, siembran la inseguridad y la tensión en la población, según afirmó la docente de la Universidad Iberoamericana de Ciencias y Tecnología y enfermera experta en salud mental, Elizabeth Contreras Sandoval, quien entregó pautas para identificar una crisis de angustia y cómo tratar situaciones de estrés.
La profesional comentó cuáles son las características de una crisis de angustia y advierte la importancia de brindarle apoyo a quienes la padecen.
“La crisis de angustia se presenta con sudoración de manos, taquicardia, inquietud de que algo va a pasar y que se está viviendo una situación que le puede provocar la muerte, sin saber específicamente qué es, este miedo agobiante es lo que se conoce como crisis de angustia. La crisis de pánico tiene una leve diferencia pues existe una cierta conciencia de la raíz del temor pero la sintomatología es prácticamente igual porque el organismo actúa frente a este descontrol con un incremento de la angustia y el estrés”, explica la profesional.
Ante una situación de tensión muchas personas reaccionarán con un mayor estrés o angustia, de manera tal que con un mínimo ruido que se relacione con un episodio de vulnerabilidad, biológicamente generará una mayor descarga energética, que se traducirá en aumento de los latidos del corazón, incremento de la frecuencia respiratoria, temblor generalizado, sudoración y en un primer momento palidez.
“Cuando se trata de menores de edad que aún no han formado su personalidad y están en pleno proceso de desarrollo, al ver que el adulto se descontrola actuará de la misma forma que sus mayores, es decir, además del susto por el que atraviese, imitará la reacción de la persona que para él es un personaje significativo”, advierte la docente.
Comúnmente existe un grupo de adultos que tiene la tendencia a ser los protectores, y otros que tienden a ser los protegidos, en este grupo están los individuos que se caracterizan por ser más dependientes, los que les cuesta tomar decisiones y siempre necesitan el apoyo de terceros, especialmente en momento de crisis. Son estos últimos los que en situaciones complejas demandarán mayor apoyo y atención.
Lo más importante al enfrentar a alguien que atraviesa por una crisis de angustia es saber acudir a la empatía, la que no sólo se trata de ponerse en los zapatos del otro, sino que es lograr sentir lo que siente el otro, sin enjuiciarlo y respetando su angustia. “Lo ideal es acogerlos, entregarles confianza y calma, pues para quien sufre la crisis está viviendo una situación en la que siente que siente que en cualquier minuto se puede morir”, dice la experta.
Los ataques de pánico pueden ocurrir en cualquier momento, en cualquier lugar y sin previo aviso, según informa la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, la cual agrega que el trastorno de pánico es más común entre las mujeres que entre los hombres.
Algunas veces comienza cuando una persona se encuentra sometida a mucho estrés y otras se desencadena por un hecho puntual.
Lo positivo es que la mayoría de las personas mejora con el tratamiento. La terapia puede demostrarle cómo identificar y cambiar los patrones de pensamiento antes de que lo conduzcan al pánico. Las medicinas también pueden ser de ayuda.