Aunque muchas mujeres tienen la costumbre de cortar sus cutículas con el fin de embellecer sus uñas, la recomendación de los expertos es definitivamente no hacerlo.
Simcha Whitehill, manicurista profesional neoyorquina, dice que nunca debes cortar tus cutículas, y es preferible que sólo las empujes suavemente hacia atrás con la herramienta indicada.
Ella explica que “la delgada franja de piel a lo largo de la parte inferior de la uña tiene un propósito importante, que es proteger de las infecciones”. Por eso, cuando eliminas esta parte, abres un punto de entrada para microorganismos como bacterias y hongos.
La experta dijo a la revista femenina Cosmopolitan que aunque las manicuristas saben cómo cortar cutículas y tienen los implementos necesarios para hacerlo, no es difícil que pueda pasárseles la mano, y sin querer cortar un poco de piel. “Es riesgoso”, afirmó.
“Además, una vez que adquieres el hábito de cortar tus cutículas, siempre tienes que hacerlo porque vuelven a crecer rápidamente, pero no en forma tan bonita (como la natural). Empiezan a deshilacharse y se parecen a las branquias de un pez, lo que no es bueno”, añadió.
Whitehill recomienda usar las pinzas para cortar cutículas sólo para deshacerse de los molestos padrastros. Asimismo, señala, que si deseas empujar las cutículas hacia atrás, es mejor llevarlo a cabo después de salir de la ducha “porque es cuando tu piel está suave y fácil de hacer retroceder.
“También puedes remojar las manos en agua tibia hasta que las cutículas se ablanden”, afirmó.
Al respecto, los dermatólogos Eric Schweiger y Michael Gold, en declaraciones recogidas por el diario electrónico Huffington Post, coinciden con lo señalado por Whitehill.
“El recorte de cutículas se debe evitar durante una manicura”, señaló Schweiger, destacando que aunque no es lo óptimo, es mucho más seguro empujarlas hacia atrás.
De acuerdo al especialista, cortar esta zona “puede romper el sello que protege la piel de las infecciones”, tales como la paroniquia, una enfermedad que además de antiestética, es dolorosa.
“Si una paroniquia se desarrolla, es importante consultar a tu dermatólogo” para que te de el tratamiento adecuado, dice el médico.
De hecho, según la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos, este padecimiento “es común y generalmente es causado por una lesión en el área, por ejemplo, por morderse o arrancarse un padrastro o también por recortar o retraer la cutícula”.
Gold, por su parte, explica que además, muchas veces los instrumentos usados para cortar la cutícula no se limpian ni esterilizan adecuadamente, lo que expone a un riesgo mayor.