El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, volvió a acusar este sábado a la “extrema derecha” venezolana de impulsar nuevos planes de golpe de Estado, la víspera de una reunión entre la oposición y Unasur que busca desbloquear el diálogo de paz con el gobierno suspendido esta semana.
Grupos de la extrema derecha “han dicho que junio es el mes del colapso, que en junio el pueblo se va a alzar contra el gobierno, que es el mes para el golpe de Estado, que en junio se acabó la revolución”, denunció Maduro en un acto transmitido por todos los medios de comunicación.
“Yo estoy claro y seguro de la fuerza que tiene la revolución, pero tengo que denunciar ante nuestra patria y el mundo que la locura golpista pretende seguir imponiendo escenarios violentos”, añadió el mandatario, asegurando que la información proviene de fuentes de la oposición que no reveló
“Quiero saber cuál es la opinión de la Mesa de la Unidad (Democrática, MUD) sobre lo que hacen estos pequeños grupos de extrema derecha”, cuestionó Maduro.
La coalición opositora MUD prevé reunirse el domingo con los cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador y el nuncio en Caracas, en un intento por destrabar el diálogo luego de tres meses de protestas antigubernamentales, que dejaron 42 muertos y más de 800 heridos.
El martes, la MUD afirmó que el diálogo que inició con el gobierno el 10 de abril está “congelado” y en “crisis” debido a la detención de más de 300 estudiantes (la mayoría liberados) durante protestas esta semana y al considerar que faltan resultados concretos de esas conversaciones.
Durante el acto, Maduro exhibió grabaciones de manifestaciones de radicales en el este de Caracas esta semana, que dejaron partes de fachadas del estatal Banco de Venezuela y el Ministerio de Turismo destruidas.
“Entonces sale la MUD a decir que Maduro es un represivo. ¿Qué quiere la MUD? ¿Que yo premie estos actos asesinos? (…) Le pido a la MUD, en nombre de la democracia, que condene estos actos violentos, asesinos, destructivos (…) para que sigamos consiguiendo caminos de paz, de encuentros para la paz”, expresó el mandatario.
Pese a su lento avance, el diálogo busca poner fin a las violentas protestas contra el gobierno, iniciadas en febrero en rechazo a la violencia criminal y la escasez de productos básicos y de higiene personal.