Los macedonios votaban este domingo para elegir a un nuevo presidente en esta ex república yugoslava que intenta a duras penas acercarse a la Unión Europea y a la OTAN.

Cuatro candidatos, entre ellos el presidente saliente conservador en el poder Gjorge Ivanov del VMRO-DPMNE, aspiran a ocupar durante cinco años el cargo, de carácter más bien simbólico.

Los sondeos otorgan a Ivanov, de 53 años, un 30% de intención de voto frente a Stevo Pendarovski (16,2%), candidato de la oposición de izquierda (SDSM).

Un grupo de la comunidad albanesa presenta a su propio candidato.

Las relaciones entre los albaneses y los macedonios son tensas desde el conflicto de siete meses que opuso en 2001 las fuerzas gubernamentales a la guerrilla albanesa de Macedonia. Ese mismo año firmaron un acuerdo de paz que otorga más derechos a la minoría albanesa (25% de los dos millones de habitantes).

Más de 3.000 colegios electorales abrieron a las 05H00 GMT y cerrarán a las 17H00 GMT.

A las 11H00 GMT el índice de participación era del 25,79%.

Si ninguno de los candidatos consigue más del 50% de los votos para ser elegido en la primera vuelta se celebrará una segunda el 27 de abril, coincidiendo con las legislativas anticipadas.

La votación se celebra en medio de una grave crisis económica, con un desempleo superior al 28%.

Macedonia registró una caída de 0,4% de su crecimiento económico en 2012 pero el PIB aumentó un 3,1% en 2013 gracias al sector de la construcción y a las exportaciones. Y para 2014 las autoridades prevén un crecimiento de 3%.

La oposición afirma que el principal obstáculo para la integración en la Unión Europea y la OTAN es la disputa con Grecia sobre el nombre de esta exrepública yugoslava, independiente desde 1991.

Candidata a la adhesión a la UE desde 2005, Skopje no ha registrado progresos significativos debido precisamente a este litigio.

Grecia estima que su vecina no tiene derecho a usar el nombre de Macedonia porque es el de una de sus regiones y lo considera históricamente griego.